Sergio “Checo” Pérez y Valtteri Bottas serán los encargados de aportar retroalimentación al equipo de ingenieros de Cadillac sobre el desempeño de sus monoplazas en pista durante la temporada 2026 de Fórmula 1, marcando el debut de la escudería estadounidense en la máxima categoría.
Tras su último año con Red Bull Racing, Checo advirtió los problemas de su monoplaza, que lo llevaron de ocupar el segundo lugar tras seis carreras al octavo puesto al cierre de la temporada 2025. Las dificultades de la escudería austriaca fueron tan graves que incluso provocaron la salida del CEO Christian Horner. En entrevistas recientes, el piloto mexicano narró el “infierno” vivido en Red Bull y cómo llegó a sentirse frustrado con la competición.
El panorama para Cadillac no es sencillo. Aunque contará con pilotos de amplia experiencia —ambos con más de 200 Grandes Premios— la historia reciente muestra que los equipos debutantes suelen enfrentar un primer año complicado. Desde el año 2000, ninguna escudería que debutó en la F1 ha superado el octavo puesto: Haas en 2016 logró esa posición con Romain Grosjean sumando 29 puntos a lo largo de la temporada, mientras su compañero Esteban Gutiérrez se quedó sin unidades. Otros ejemplos incluyen a HRT, Lotus, Virgin y Toyota, todos con resultados discretos en su año inicial.
El 2026 traerá además un nuevo reglamento que obligará a todos los equipos a adaptarse, pero Cadillac parte como novato, lo que aumenta la incertidumbre. El historial sugiere que Checo Pérez podría enfrentar dificultades similares a las de sus primeros años en la F1, cuando debutó en 2011 con Sauber y solo sumó puntos en cinco carreras, o cuando corrió con McLaren en 2013, terminando en el puesto 11.
A favor del equipo y de los pilotos, Pérez y Bottas ya han sido subcampeones del mundo y se encuentran entre los competidores con más experiencia en la Fórmula 1, lo que podría ayudar a mitigar el impacto de un inicio complicado. Cadillac confía en que esta combinación de experiencia y talento permita transitar el primer año de manera más estable, aunque la incertidumbre sobre sus resultados sigue presente.
La expectativa es alta: tanto aficionados como analistas estarán pendientes del desempeño de Checo y Bottas, quienes ahora representan el rostro de Cadillac en la máxima categoría del automovilismo mundial.