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Alerta máxima en 3 estados de EU ante posible llegada de Isaac

MIAMI, 27 de agosto.- Los estados estadunidenses de Louisiana, Alabama y Mississippi han declarado el estado de emergencia ante el temor de que la tormenta tropical Isaac toque tierra en sus territorios en forma de huracán de categoría 2 entre el martes y el miércoles.

Todo el área comprendida desde Morgan City, en Louisiana, hasta Destin, en la franja norte de Florida, está hoy en alerta por «probable» paso de huracán en las próximas 36 horas.

Esa franja incluye toda la costa de Alabama y de Mississippi, así como el oeste de la costa de Louisiana, donde se encuentra Nueva Orleans.

Se da la desgraciada coincidencia de que Isaac podría tocar tierra en cualquiera de esas zonas en torno al 29 de agosto, el día en que se cumplen siete años del azote de Katrina, un huracán que provocó más de mil 800 muertes, sobre todo en Louisiana, y es el más costoso y letal de la historia de Estados Unidos

«Es el momento de que los ciudadanos se preparen. Sé que el nivel de ansiedad es alto. El hecho de que llegue en el aniversario de Katrinatiene a todos en disposición de alerta y esto es bueno», dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, en una conferencia de prensa.

Explicó que, «dada su velocidad y la incertidumbre de su dirección, es muy difícil decir qué va a pasar, pero, a modo de precaución, pedimos a todos que empiecen a prepararse».

Los meteorólogos creen que en las próximas horas la velocidad de traslación del frente tenderá a reducirse, lo que le dará más tiempo a ganar fuerza, de forma que podría alcanzar la costa como huracán de categoría 2 sobre un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson.

Aunque «por el momento las posibilidades de que se registren vientos de huracán son del 20-30 %», Landreieu pidió que autoridades y ciudadanos actúen como si fuera algo que va a ocurrir con certeza.

«No es el momento de entrar en pánico, sino de empezar a prepararse», añadió, tras recomendar que se preparen las placas antihuracanes que cubren las ventanas, se retiren objetos de terrazas y jardines, y se haga acopio de agua, comida y todo lo necesario para sobrevivir unos días sin electricidad.

Katrina se convirtió en un huracán de categoría 5 cuando pasó por el Golfo de México.

El gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, también pidió a los ciudadanos que se preparen y decretó la evacuación voluntaria de diversas poblaciones de la costa, así como la obligatoria en los distritos de St. Charles y el este de Plaquemines.

En Mississippi, donde Katrina provocó la muerte de 200 personas, el gobernador Phil Bryant dijo en una conferencia de prensa que «la gente debe tomarse en serio esta tormenta y prepararse ya» ante una posible orden de evacuación o la necesidad de permanecer durante días sin electricidad.

«Hemos reforzado muchas estructuras en la costa del golfo en los últimos siete años (desde el paso de Katrina), y se han levantado muchas edificaciones nuevas. Nos hemos estado preparando para el azote de una tormenta así los últimos siete años», afirmó Bryant, quien pretende agilizar al máximo las evacuaciones voluntarias.

Según dijo, «lo mejor que se puede hacer con una tormenta como esta es quitarte de su camino», por lo que recomendó que todo el que quiera, se aleje de la costa.

En Alabama también se comenzó hoy con la evacuación obligatoria de algunas partes de los condados de Mobile y Baldwin y su gobernador Robert Bentley, urgió a la población de la costa a que acometa todos los preparativos.

«El estado de emergencia indica que nos estamos preparando todos para el posible impacto de ‘Isaac’. Por favor, hagan ya todos los preparativos para un posible impacto de fuertes vientos e intensas lluvias en su área», dijo el director del Centro de Gestión de Emergencias de Alabama, Art Faulkner.

jrr

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Deportes

Wimbledon sin jueces de línea: el fin de una era que muchos ya extrañan

Por primera vez en sus 148 años de historia, Wimbledon ha eliminado por completo a los jueces de línea humanos, reemplazándolos con un sistema electrónico automatizado. Esta decisión marca un punto de inflexión en uno de los torneos de tenis más tradicionales del mundo, generando una mezcla de aceptación tecnológica y nostalgia por la humanidad que esta figura representaba en la cancha.

Pauline Eyre, quien fue jueza de línea en 16 ediciones del torneo, recuerda con orgullo su primera vez pisando el césped sagrado del All England Club a los 21 años. “Era un sentimiento extraordinario”, comenta. Lejos de haber soñado con ganar un trofeo como jugadora —ella misma se describe como una mala competidora juvenil—, su máximo orgullo fue formar parte del equipo de oficiales, un grupo que consideraba “visiblemente diferente y especial”.

Esa esencia humana es justo lo que, para Eyre y otros puristas, se pierde con esta transformación. Aunque el sistema electrónico —el mismo adoptado por el Abierto de Australia y el US Open— promete precisión absoluta, Eyre sostiene que el cambio elimina una parte esencial del deporte: la imperfección humana. “El tenis es sobre personas. Si le quitas la humanidad, estás quitando una parte fundamental del juego”, afirma.

La medida, anunciada por el All England Lawn Tennis Club en octubre pasado, responde a la intención de garantizar la máxima precisión en el arbitraje y ofrecer condiciones homogéneas para los jugadores, en línea con la mayoría de los torneos del circuito ATP y WTA. Sally Bolton, directora ejecutiva del club, explicó que la transición busca estandarizar el entorno competitivo. Sin embargo, incluso antiguos funcionarios como Andrew Jarrett, ex árbitro principal de Wimbledon entre 2006 y 2019, admiten que el cambio, aunque lógico desde el punto de vista tecnológico, tiene un “costo humano”.

Jarrett subraya que durante su gestión nunca se contempló seriamente eliminar a los jueces de línea, aunque reconocía que la introducción del sistema Hawk-Eye en 2007 marcaba el inicio de una posible transición. Para Eyre, ese momento fue revelador: “Hawk-Eye nos demostró que casi siempre teníamos razón”, dice, con cierta melancolía.

La eliminación de estos oficiales también impacta el futuro del arbitraje en el tenis. “¿Por qué un joven de 15 años querría ahora pasar sus fines de semana arbitrando partidos infantiles si ya no puede soñar con llegar a Wimbledon?”, cuestiona Eyre.

Entre los jugadores, la reacción es dividida. Aryna Sabalenka, número uno del mundo, considera que el sistema electrónico elimina controversias y aporta claridad, aunque reconoce estar «50/50». Por otro lado, Barbora Krej?íková y Frances Tiafoe expresaron su preferencia por el estilo tradicional, destacando el «fanfarroneo» y la interacción humana que ofrecían los desafíos a jueces de línea.

El sistema automático no está exento de fallas. Durante un partido de segunda ronda, el sistema emitió un llamado de «fuera» entre puntos, generando confusión y risas entre el público. Otros jugadores también señalaron que las señales automatizadas son a veces demasiado tenues para escucharse, especialmente en canchas con mayor ruido ambiental.

De los aproximadamente 300 jueces de línea que solían participar en Wimbledon, solo 80 permanecen este año como asistentes de cancha en caso de fallos técnicos del sistema.

Lo que antes era una aspiración para muchos —ser parte del torneo más prestigioso del mundo, aunque fuera desde los márgenes del terreno de juego— ahora queda relegado a la historia. Eyre, ahora comediante de stand-up, recuerda cuando fue abucheada por sancionar al favorito local Greg Rusedski o cuando John McEnroe la fulminó con la mirada por marcarle un error.

Con humor y algo de resignación, reconoce que los jueces de línea eran vistos como “jugadores fracasados y personas demasiado autoritarias”. Pero, en el fondo, lo hacían por amor al tenis. “Solo queríamos ser parte de algo que amamos”, concluye.

Y quizás, como muchas cosas en la vida, no sabíamos cuánto los íbamos a extrañar… hasta que desaparecieron.

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