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Alianza federalista aceptó no comprar vacunas contra Covid-19, pero con condiciones

Luego de una persistente discusión en torno a la compra de la vacuna contra COVID-19, los gobernadores que integran la Alianza Federalista (AF) desistieron de adquirirla por su cuenta, pues señalaron que inmunizar a la población “es un deber público que no se debe subordinar jamás a intereses políticos o de coyuntura”.

En una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, los mandatarios externaron su desacuerdo con la decisión de “centralizar la compra y distribución de la vacuna”, dejando de lado a la población que en una situación tan crítica la necesita.

En ese sentido, externaron su disposición de elaborar una “estrategia nacional, eficaz, incluyente y cooperativa”, para proporcionar acceso a la vacuna contra COVID-19.

Así pues, como parte de las exigencias de la AL, se propone convocar a la brevedad al Consejo de Salubridad General, autoridad constitucional máxima para normar, coordinar y ejecutar las acciones pertinentes para hacer frente a la emergencia sanitaria que hoy aqueja al país.

Este organismo, explican los mandatarios estatales, tendrá como responsabilidad establecer el conograma, las fases por población objetivo de vacunación, los criterios de distribución y reparto, así como los protocolos para la conservación en frío.

Aunado a esto, deberá determinar las medidas para prevenir la especulación, captura, uso clientelar o electoral de la vacuna, al igual que las formas y modalidades de participación de los gobiernos locales y el sector privado.

Por otra parte, rechazaron que los habitantes de sus respectivas entidades tengan que esperar “más de 18 meses” para ser inmunizados, por lo que exigieron “transparencia, información y reglas claras”.

Cabe señalar que los mandatarios estatales que integran la Alianza Federalista son: Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco; Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes; Javier Corral Jurado, de Chihuahua; Miguel Ángel Riquelme Solís, de Coahuila; José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; y Francisco Javier Cabeza de Vaca, de Tamaulipas.

Aseguraron que desde el inicio de la pandemia, sus entidades han desplegado esfuerzos para mitigar la propagación del virus SARS-CoV-2, y así aminorar el impacto económico y social de la contingencia sanitaria.

Aunado a esto, acusaron que, aún en condiciones económicas y presupuestales adversas, así como en plena transición al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), sus sistemas locales de salud han sabido afrontar la emergencia, dando atención información y cuidados a los ciudadanos, “incluso en sustitución de la federación”.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que la aplicación de la vacuna contra COVID-19 vaya a utilizarse con fines electorales.

“Se va a aplicar de manera pareja, parejo en todo el país, sin mezquindades, no puede ser utilizado un programa de vacunación con propósitos electorales porque ni siquiera se puede hablar de propósitos políticos porque la política es un noble oficio, es tan limpia la política que ni los más sucios políticos han podido mancharla”, expresó el mandatario en la inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional en el municipio de Moctezuma, Sonora.

Fuente: Infobae

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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