Conecta con nosotros

Slider Principal

AMLO envió mensaje navideño y recordó el nacimiento de Jesucristo: “Sigamos su ejemplo”

A través de su cuenta de Twitter, el mandatario federal indicó que hace más de dos millones de años Cristo llegó al mundo, y desde su llegada, personas de distintas religiones lo reconocen por su infinito amor a los pobres y a las personas olvidadas.

En su mensaje, el jefe del Ejecutivo señaló que Mahatma Gandhi sostuvo que no había nadie que haya realizado más por la humanidad que Jesús, por lo que pidió a los ciudadanos seguir su ejemplo.

Junto a la publicación, el primer mandatario compartió la pintura Cristo destruye la cruz (1943) del muralista mexicano José Clemente Orozco, cuadro que, puntualizó, tiene su historia. “Indaga”, agregó.

Por su parte, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente López Obrador, envió por la mañana un mensaje a los mexicanos con motivo de la Nochebuena y Navidad.

En su cuenta de Facebook, la primera dama recordó la importancia de ser felices, perdonar y “mirar hacia un porvenir mejor; de quienes agradecen lo mucho que tienen y las bondades que reciben de su prójimo”.

Destacó que en su red social ya cuenta con 900,000 seguidores, a quienes agradeció por sus comentarios, propuestas, “con alientos y sugerencias siempre útiles”, en tanto, señaló que a las personas que “vienen a molestar, simplemente (y ya lo saben) no les hacemos caso y los bloqueamos en casos extremos”.

En el texto, Gutiérrez Müller aseguró que su página es un espacio para hombres y mujeres que son felices “o desean serlo”, además de que se encuentran ciudadanos que “están bien consigo mismos o pretenden estarlo”.

Dijo ser oportuno que hoy, 24 de diciembre, hayan crecido tanto en el “dar y recibir”, porque, continuó, la Nochebuena es una excelente ocasión para que creyentes y no creyentes se reúnan con sus familiares o seres queridos, “también de recordarlos, y expresarse cuánto se quieren o cuánto agradecen su presencia en sus vidas”, apuntó.

Sostuvo que en todas las familias hay épocas buenas, regulares o malas, pues a veces algún integrante pasa por una racha no del todo favorecedora, o por el contrario, muy próspera y edificante.

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto