En un momento en que la confianza en las instituciones es más necesaria que nunca, conversamos con la Magistrada Ariadna Camacho, quien recientemente asumió un papel fundamental en el Tribunal de Disciplina Judicial. Su trayectoria, marcada por la entrega al servicio público y la búsqueda de la justicia con rostro humano, respalda su compromiso con un México más transparente y equitativo. En esta entrevista, la Magistrada nos comparte no solo su visión profesional, sino también su profundo sentido de responsabilidad y cercanía con la ciudadanía.

Magistrada, muchas gracias por atendernos. ¿Qué representa para usted formar parte del Tribunal de Disciplina Judicial en esta etapa de su carrera?
Es un honor y una responsabilidad inmensa. Formar parte del Tribunal de Disciplina Judicial representa para mí la oportunidad de aportar toda mi experiencia en favor de un sistema de justicia más transparente, ético y cercano a la ciudadanía. Creo firmemente en la importancia de la rendición de cuentas en cualquier institución pública, y asumo este cargo con plena convicción de trabajar por un México más justo.
2. A lo largo de su trayectoria ha trabajado en diversas áreas del derecho y la administración pública. ¿Qué aprendizajes considera que hoy enriquecen su función como magistrada?
Cada etapa de mi vida profesional me ha enseñado que el servicio público exige sensibilidad, preparación constante y una vocación genuina por el bienestar colectivo. Haber trabajado en organismos nacionales e internacionales me permite tener una visión amplia de las mejores prácticas, pero también una profunda empatía hacia las necesidades reales de nuestra sociedad.

3. En su visión, ¿cuáles son los principales retos para fortalecer la disciplina y la ética dentro del Poder Judicial?
Uno de los principales retos es recuperar la confianza ciudadana. Para lograrlo, debemos garantizar que los procesos de responsabilidad sean claros, imparciales y públicos en sus resultados. Fortalecer la cultura de la legalidad dentro de nuestras instituciones es una tarea continua que demanda tanto firmeza como sensibilidad humana.
4. Desde su experiencia, ¿cómo se puede fomentar un acceso a la justicia más eficiente y cercano a la ciudadanía?
Es fundamental acercar el lenguaje jurídico a las personas, simplificar los procedimientos y asegurar que la justicia sea realmente pronta y accesible. Creo que debemos escuchar más y juzgar menos, acompañar más a quienes acuden al sistema de justicia y construir puentes de confianza mediante el trato digno y humano.
5. La corrupción sigue siendo uno de los grandes temas nacionales. ¿Qué acciones considera fundamentales para erradicarla dentro del sistema de justicia?
La erradicación de la corrupción implica actuar con total transparencia, fortalecer los mecanismos internos de control y proteger a quienes denuncian actos indebidos. Pero también implica formar nuevas generaciones de juristas que entiendan que servir es un honor, no un privilegio.
6. Usted ha trabajado también en organismos internacionales. ¿Qué buenas prácticas internacionales cree que México debería adoptar en materia de justicia?
La justicia restaurativa y los mecanismos de rendición de cuentas más abiertos son dos prácticas que considero fundamentales. El respeto irrestricto a los derechos humanos y el acceso efectivo a la información pública son también pilares que debemos adoptar con más fuerza en nuestro país.
7. Actualmente se vive un proceso de renovación institucional en varios sectores. ¿Qué mensaje le daría a los jóvenes abogados y servidores públicos que buscan integrarse al sistema judicial?
Que nunca pierdan de vista que cada expediente, cada caso, representa una vida que espera justicia. Les diría que se preparen con excelencia, pero sobre todo que trabajen con integridad y empatía, recordando siempre que nuestra labor es servir a la ciudadanía.
8. Finalmente, ¿cuál es su compromiso personal en esta nueva responsabilidad que hoy asume ante México y su ciudadanía?
Mi compromiso es trabajar con absoluto profesionalismo, honestidad y vocación de servicio. Cada decisión, cada acción, la asumiré con el convencimiento de que estoy aquí para fortalecer el estado de derecho y dignificar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.