El presidente Andrés Manuel López Obrador informó esta tarde que entabló una conversación telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
A través de sus redes sociales, en compañía del canciller Marcelo Ebrard, el mandatario mexicano expuso que la llamada, realizada desde “el histórico ayuntamiento de Valladolid”, en Yucatán, tuvo un objetivo:
“Reafirmamos el compromiso de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos y naciones”.
No hubo mayor información y la vocería presidencial mexicana sólo emitió la misma fotografía y compartió el tuit citado.
Sin embargo, en su cuenta en Twitter, Ebrard comentó que «fue una cordial conversación. Habrá amplia cooperación bilateral y muy buena relación entre los presidentes de México y Estados Unidos. Buenas noticias!!!».
En el sitio también se encontraba el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, cuya oficina emitió un comunicado en el que comentó que atestiguó «el primer saludo oficial vía telefónica entre» López Obrador y Biden, «quienes reafirmaron el compromiso de trabar por el bienestar de ambos países».
Al respecto, el gobernador afirmó que «México y Yucatán mantienen una fuerte relación de amistad y cooperación comercial, la cual seguramente se estará ampliando y fortaleciendo en los meses y años por venir».
Del lado estadunidense, este sábado ha sido particularmente activo en la vocería de Biden, que ha emitido más de una decena de comunicaciones. Hasta este momento, ninguna menciona la llamada con el presidente de México, como sí lo hace en un amplio comunicado sobre el primer ministro de Canadá.
López Obrador caracterizó los primeros dos años de su Presidencia por la relación respetuosa con el presidente Donald Trump, que pretendía reelegirse y fue derrotado en las elecciones de noviembre pasado.
Desde la jornada comicial, hasta la proyección de resultados que daban por ganador a Biden, el mandatario mexicano evitó pronunciarse sobre el resultado, hasta convertirse en uno de los últimos presidentes en felicitarlo a través de una carta emitida el pasado martes.
El retraso en dicha felicitación provocó amplia polémica entre analistas que consideran fue un tropiezo diplomático y los que sostienen no tendrá repercusiones.
El presidente López Obrador argumentó la dilación en el principio constitucional de no intervención, aunque también recordó que en las elecciones mexicanas impugnadas de 2006, en las que fue derrotado, los líderes de varias naciones se apresuraron a felicitar a Felipe Calderón, cuando no se habían resuelto las denuncias de fraude, por lo que había decidido respecto a la elección y el proceso poselectoral estadunidense, esperar la decisión del colegio electoral en ese país.
Fuente: Proceso