El presidente Andrés Manuel López Obrador se burló de la ‘Marcha por Nuestra Democracia’ que, de acuerdo con las organizaciones convocantes, tuvo una afluencia de 700 mil personas y que tuvo como único orador al expresidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Durante su Mañanera de este lunes, el presidente López Obrador hizo referencia a los asistentes, entre ciudadanos, líderes de opinión y políticos, quienes advirtieron un riesgo para la democracia de cara a las elecciones del próximo 2 de junio.
“Se disfrazan de demócratas cuando ellos eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo. Dicen ‘vamos a defender nuestra democracia’. ¿Cuál es la democracia de ellos? Pues la que funciona nada más para parapeto cuando en realidad lo que había era el dominio de una oligarquía corrupta”, dijo el presidente López Obrador.
López Obrador criticó a la oligarquía y apuntó que esta es el gobierno de una minoría, el gobierno de los ricos, quienes quieren el poder sin pueblo. Recordó que es este sector el que busca atacarlo a través de campañas como la de #NarcoPresidenteAMLO, aunque, dijo, está blindado gracias a su “autoridad moral”.
Alrededor de las 10:00 horas (tiempo del centro de México) inició la marcha en la Ciudad de México, la cual concluyó en la plancha del Zócalo capitalino.
“El mundo al revés”
Habló sobre las granjas de bots con las que se impulsan estas campañas a las que les dedican mucho dinero, mientras que otro frente en su contra es en el que le llaman dictador, algo que criticó.
“La otra lanzada va en el sentido de que soy un dictador, fíjense es como el mundo al revés; ellos son los demócratas, nosotros somos la dictadura. Ellos no tienen nada que ver con el narcotráfico, nosotros somos los narcotraficantes; cuando ellos estaban se padeció en México de un narco estado y con pruebas, no con calumnias”, dijo el presidente.
Posteriormente, recordó el caso del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, quien ocupó dicho cargo durante el sexenio de Felipe Calderón y es protegido por personas que salieron a marchar el domingo en la ‘Marcha por nuestra democracia’.
“Resulta que eso quieren que se olvide y yo soy el que tiene relación con el narcotráfico”, dijo el mandatario federal.
López Obrador reconoció que hay millones de opositores a su gobierno. Foto: Gobierno de México
En esa ocasión, el mandatario federal cuestionó las preocupaciones de las organizaciones y acusó que los líderes de opinión y políticos que convocaron son quienes “promovían y ejecutaban todos los fraudes electorales”, incluyendo el del 2006. De acuerdo con López Obrador lo que se busca con estas movilizaciones es que “regresen los corruptos”.
Reconoce a millones de opositores
El presidente López Obrador reconoció que haymillones de personas que están en contra de su gobierno, y aceptó que lo que se vio en las calles de la Ciudad de México durante el domingo 18 de febrero son sólo los líderes de este movimiento.
Añadió que aunque los conservadores pueden ser 15 o 18 millones de personas, no es posible que avancen.
“No veo yo que el bloque conservador en el país, sea la facción que sea, tenga la posibilidad de avanzar; no son pocos, son millones, también eso hay que tenerlo presente”, dijo el mandatario federal.
Ellos son los cardenales mexicanos con posibilidades de convertirse en Papa
El humo blanco que anuncia la elección de un nuevo Papa es uno de los momentos más emblemáticos de la Iglesia Católica, con un proceso complejo detrás de esta decisión. El sistema actual de elección papal tiene sus orígenes en el decreto promulgado por el papa Nicolás II en 1059, que estableció a los cardenales obispos como electores.
Este decreto fue un punto de inflexión histórico, pues redujo la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero, sentando las bases para el Colegio Cardenalicio, formalizado en 1150. Hoy, este cuerpo es el encargado de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo.
Según National Geographic, el cónclave, como se denomina a la reunión de los cardenales para elegir al nuevo Papa, se celebra entre 15 y 20 días después de que el trono papal queda vacante, ya sea por fallecimiento o dimisión del pontífice. Este intervalo, establecido en 1922, permite que los cardenales de todo el mundo puedan viajar al Vaticano. Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, aunque sólo 138 de ellos tienen derecho al voto en caso de la defunción del actual Papa Francisco, ya que deben cumplir con el requisito de ser menores de 80 años.
Qué cardenales mexicanos podrían aspirar a la elección
El Cardenal Carlos Aguiar Retes participa en la ceremonia de inauguración como nuevo Arzobispo de México el 5 de febrero de 2018. (Reuters/Henry Romero)
Entre los 252 cardenales que conforman el Colegio Cardenalicio, seis son de México. Estos líderes religiosos han desempeñado roles clave tanto a nivel nacional como internacional, sin embargo, únicamente dos de ellos podrían ser considerados en un futuro cónclave: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega. Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Él inició su formación en el Seminario de Tepic y continuó sus estudios de Teología en instituciones de Estados Unidos y México, posteriormente, fue ordenado sacerdote en 1973 y, en 2016, el papa Francisco lo nombró cardenal. En 2017, asumió el cargo de arzobispo primado de México, liderando una de las arquidiócesis más importantes del mundo, detalló la circunscripción eclesiástica.
Por otro lado, Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara desde 2012. Su nombramiento fue realizado por el Papa Benedicto XVI en 2011, consolidando su posición como una figura clave en la Iglesia mexicana. Robles Ortega ha sido un defensor de los valores tradicionales y ha trabajado en iniciativas pastorales para fortalecer la fe en su arquidiócesis.
Aunque debido a su edad ya no es considerado candidato para el cónclave, el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, también forma parte del Colegio Cardenalicio. Nacido en Celaya en 1939, Suárez Inda estudió en Roma y fue ordenado sacerdote en 1964. En 2015, el Papa Francisco lo nombró cardenal, reconociendo su labor pastoral en una región históricamente afectada por la violencia y la pobreza, según informó La Oficina de Prensa de la Santa Sede (el Bollettino Sala Stampa della Santa Sede).
Después, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, es otro de los cardenales mexicanos, aunque su edad lo elimina como candidato. Nacido en 1940 en el Estado de México, fue nombrado cardenal en 2020 por el papa Francisco con el título de San Luigi Maria Grignion de Montfort.
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, nacido en Jalisco en 1933, fue nombrado arzobispo de Guadalajara en 1994 por el papa Juan Pablo II y, ese mismo año, recibió el birrete cardenalicio, aunque actualmente es arzobispo emérito.
Finalmente, en la misma situación que éstos últimos, se encuentra Norberto Rivera Carrera, nacido en Durango en 1942. Él fue designado obispo de Tehuacán en 1985 por el papa Juan Pablo II y, posteriormente, arzobispo primado de México, cargo que desempeñó durante más de dos décadas.
En qué consiste el cónclave
En el cónclave, la Iglesia Católica se encuentra ante una decisión trascendental que marcará el rumbo de los próximos años. (EFE)
El cónclave papal, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, es un evento rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Según detalló National Geographic, los cardenales electores permanecen aislados del mundo exterior hasta que se elige al nuevo Papa. Durante este tiempo, juran mantener la integridad del proceso y solo un reducido grupo de asistentes tiene permitido interactuar con ellos.
El proceso de votación se divide en tres etapas: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio. En la primera, se distribuyen las papeletas y se designan los encargados de recoger y contar los votos. Durante el escrutinio, los cardenales emiten su voto en secreto. Finalmente, en el postescrutinio, los votos se tabulan, se verifican y luego se queman.
El humo que emana de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina es el indicador visual para el mundo exterior. Si las papeletas quemadas producen humo negro, significa que no se ha alcanzado un consenso, en cambio, el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa. Aunque esta práctica se remonta al siglo XIX o principios del XX, el Vaticano ha modernizado los materiales utilizados para generar el humo. Desde 2005, se emplean productos químicos específicos para garantizar la claridad del color: una mezcla de clorato potásico, lactosa y resina de conífera para el blanco, y perclorato potásico, antraceno y azufre para el negro, detalló National Geographic.