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Aparece “arcoíris al revés”; lo consideran una señal de esperanza

Usuarios de redes sociales consideraron que el fenómeno es una señal de que las cosas mejorarán después de la pandemia de Covid-19.

“Todo va a estar bien”, es la idea que cientos de usuarios comenzaron a apoyar en redes sociales, tras la aparición en el cielo de un ‘arcoíris al revés’, que muchos han considerado como una señal de que vendrán tiempos mejores cuando el mundo logre superar la pandemia de coronavirus.

El peculiar fenómeno óptico y meteorológico se registró el pasado domingo 19 de abril, cerca del lago de Garda, en Italia, uno de los países más afectados por el Covid-19, que ha provocado 24 mil 648 muertes hasta la fecha.

Pese a su apariencia, el meteorólogo David Schultz, de la Universidad de Manchester, precisó en entrevista con la BBC, que el fenómeno en realidad no es un arcoíris, sino un ‘arco circuncenital’ o ‘arco de Bravais’.

«La gran diferencia está en que los arcoíris son producidos por la curvatura de la luz y la separación de colores a través de las gotas de agua que caen de las nubes».
David Schultz, meteorólogo.

En cambio, explicó Schultz, el ‘arco circuncenital’ se produce cuando los rayos de sol se doblan a través de cristales de hielo atrapados en las nubes y se separan, formando colores.

El especialista señaló que los “arcoíris al revés” no son tan extraños como se podría pensar, aunque es en las zonas polares donde suelen aparecer, con colores muy intensos y muy cerca del sol.

En Italia, las condiciones meteorológicas hacen que su aparición sea poco frecuente.

En redes sociales, la noticia sobre el fenómeno se viralizó, pues muchos consideraron que al dibujar una “sonrisa» en el cielo, el arco era una especie de señal de esperanza, de que «todo va a estar bien», ante los difíciles tiempos que se prevén por los efectos del coronavirus en la economía.

Agencias

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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