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México

Arriba Sheinbaum a supervisar trabajos de reconstrucción en Acapulco

La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, arribó este viernes a las 16:20 horas, a la Base Naval de la colonia Icacos, sede la décima segunda Región Naval, para sostener una reunión de supervisión de los trabajos de recuperación tras los daños provocados por el huracán John, que ocasionó daños en el puerto y el resto del estado de Guerrero, en septiembre anterior.

Sheinbaum Pardo comentó de forma rápida a reporteros, que visitó la colonia Alejo Peralta, y que el motivo de la visita a Acapulco es inspeccionar los trabajos de limpieza y reconstrucción en Guerrero luego del paso del meteoro.

Informó que “Acapulco está mejor obviamente pero todavía nos falta y vamos a apoyar”.

Expresó que primero se entregarán artículos de limpieza, posteriormente enseres, y ya se están haciendo los censos de las personas afectadas, para lo cual se tiene un mapeo de las zonas que resultaron con perjuicios, e insistió que los pobladores serán apoyados.

En el exterior de las instalaciones, arribó alrededor de las 14 horas un grupo de damnificados para exigir que se les entregue un apoyo económico.

Los manifestantes fueron atendidos en el lugar por el delegado de los programas federales en Guerrero, Iván Hernández Díaz.

Casi a la misma hora, un grupo de pescadores desistió de marchar hacia la Base, luego de sostener una reunión por la mañana con Hernández Díaz, quien se comprometió a gestionar la entrega de recursos a través de la instancia correspondiente.

Una vez más, como la semana pasada, durante la primera visita de la presidenta al exterior de la Base Naval arribaron decenas de pobladores para recibir a Sheinbaum Pardo. Además del grupo de damnificados por el huracán Otis, acudieron servidores de la nación para atender a los inconformes, y habitantes de diferentes colonias y funcionarios de los tres niveles de gobierno.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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