El reportero gráfico Ernesto Araujo Cano, de 38 años, fue asesinado anoche en esta capital.
Araujo fue victimado luego de que terminó de cubrir una boda, alrededor de las 21:30 horas, en periférico Lombardo Toledano y la calle Justiniani.
El reportero viajaba en un Chevy color gris y al hacer alto en un semáforo tres hombres a bordo de otro vehículo lo interceptaron y bajaron para llevarse su auto, relataron testigos.
El auto de Araujo Cano tenía cortacorriente, por lo que los ladrones no pudieron llevárselo; esto los molestó y empezaron a agredirlo con un bat y un arma punzocortante, causándole varias lesiones.
Los golpes que recibió en la cabeza le ocasionaron muerte cerebral.
Posteriormente los asaltantes huyeron y Ernesto fue auxiliado por elementos de la Policía Única; paramédicos de la Unidad de Rescate de Gobierno del Estado (URGE) lo trasladaron al Hospital Central.
El diagnóstico desde esta madrugada fue muerte cerebral; hoy por la mañana Araujo Cano fue desconectado. Su familia sólo esperó a que falleciera.
En el gremio periodístico hay incredulidad, indignación y exigencia de justicia.
El reportero gráfico comenzó en la actividad profesional desde muy joven. Se desempeñó como fotógrafo de sociales y de información general hasta el año pasado.
Actualmente estaba dedicado a su estudio de fotografía y colaboraba con El Heraldo de Chihuahua. Sus pasiones fueron la fotografía artística, su hijo Kevin, de 9 años y sus amigos.
Ernesto Araujo es recordado como un compañero con alta calidad humana, uno de los mejores y de mayor prestigio en Chihuahua, por lo que la indignación es aún mayor.
¿Quién era El Chuyín, el líder narco que fue asesinado en Flores Magón?
Jesús Salas Aguayo, alias El Chuyín, quien fue asesinado recientemente a manos de sus cómplices en el municipio de Flores Magón, tuvo cargos por trasiego de drogas, homicidios, secuestros y por haber proporcionado los explosivos para hacer estallar un coche bomba en el año 2010.
Se le señala como quien ordenó en mayo de 2009 el asesinato en El Paso de un testigo protegido del Gobierno estadounidense, José Daniel González Galeana. A partir de esa fecha, la violencia fue imparable en la franja fronteriza.
El año pasado, el Departamento del Tesoro, a través de la Oficina de Control y Bienes Extranjeros, le aplicó una sanción junto a otros 4 sujetos.
Una corte de Nuevo México lo acusó de conspirar para introducir más de cien kilos de mariguana a Estados Unidos; en México, la anterior PGR logró una sentencia de más de 11 años por delitos contra la salud y portación de armas.
Como medida cautelar, se le colocó un brazalete, pero en marzo de 2020 se lo quitó y motivó que se dictara una nueva orden de aprehensión en su contra. Por esta razón había una orden de detención provisional vigente por parte de la Interpol para reingresarlo al penal federal de Almoloya de Juárez.
Aunque las autoridades de Chihuahua no han emitido una comunicación oficial que confirme su asesinato, fuentes al interior de las Fiscalías revelaron que Salas murió estrangulado.
La estela de violencia de Salas, como cabeza del Cartel de Juárez, se extendió desde la zona del Valle de Juárez hasta el triángulo dorado, en los límites con Durango y Sinaloa.
Tuvo especial presencia en los municipios de Galeana, Buenaventura y marcadamente en Ahumada, donde incluso se corrieron versiones de que se ya habían llevado a cabo sus servicios funerarios.
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