Un ataque atribuido a las FARC en Colombia dejó al menos 10 militares muertos y otros 17 heridos, informaron este miércoles las autoridades sobre el hecho, que fue condenado por el presidente Juan Manuel Santos, en plena negociación de paz con esa guerrilla comunista.
La emboscada ocurrió hacia la medianoche del martes en la vereda La Esperanza, en el departamento del Cauca (oeste), bastión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«Fui informado por fuentes militares de que se produjo un ataque a una guarnición militar en la vereda La Esperanza, en el que infortunadamente habían perecido 10 militares, 17 heridos, cuatro en estado de gravedad», informó a Blu Radio el gobernador de ese departamento, Temístocles Ortega.
Un alto responsable militar dijo que tropas de un batallón terrestre de la Fuerza de Tarea Apolo que realizaban operaciones de control territorial en la zona fueron emboscadas por guerrilleros de la Columna Móvil Miller Perdomo de las FARC.
«Fueron atacados con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego», informó en rueda de prensa el brigadier Mario Valencia, comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, quien precisó que un suboficial y dos soldados resultaron heridos de consideración, seis más presentan lesiones leves y otros fueron afectados por la onda explosiva.
La evacuación de los heridos tiene lugar esta mañana con condiciones climáticas difíciles y apoyo de la Cruz Roja y de la Defensa Civil, agregó.
Las FARC, que sostienen desde noviembre de 2012 en Cuba diálogos de paz con el gobierno, decretaron una tregua unilateral e indefinida en diciembre pasado, reservándose el derecho a replicar las ofensivas del Ejército.
«Lamento muerte de soldados en Cauca. Esta es precisamente la guerra que queremos terminar», dijo Santos, un político de centroderecha reelecto en junio pasado con el mandato de sellar la paz con la guerrilla.
En su cuenta en Twitter, el mandatario deploró el ataque y anunció que viajará esta misma jornada a la zona, un lugar montañoso y selvático de difícil acceso donde además de las FARC operan bandas criminales.
Desde Cuba, el negociador de las FARC en los diálogos de paz Pastor Alape manifestó la «preocupación» del grupo rebelde por lo ocurrido y aseguró que se debe a la «incoherencia del gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua».
«Señor presidente Santos, la tregua bilateral es urgente», añadió el comandante guerrillero.
Tregua en entredicho
El ataque atribuido a las FARC tiene lugar a menos de una semana de que Santos prorrogara la suspensión de los bombardeos aéreos contra campamentos de esa guerrilla por un mes, para acelerar los diálogos de paz.
«Las Fuerzas Armadas tienen y tendrán el deber de enfrentar con toda la contundencia a cualquiera que viole los derechos de los colombianos», señaló por su parte el Ministerio de Defensa en su cuenta en Twitter, al deplorar lo ocurrido.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo, que vela por el respeto de los derechos humanos en Colombia, reclamó explicaciones a las FARC por la ruptura del cese unilateral de hostilidades.
«La emboscada constituye un hecho abiertamente contradictorio frente al discurso que los negociadores de las FARC envían desde La Habana, y que se trata de un golpe a la confianza que deben depositar los colombianos en el proceso de paz», señaló en un comunicado el Defensor del Pueblo, Jorge Otálora.
El ataque en el Cauca encendió las críticas de los opositores al proceso de paz, liderados por el expresidente Alvaro Uribe, aún muy popular en el país por su dura política contra las FARC entre 2002 y 2010.
«La paz de Santos es el exterminio de las Fuerzas Armadas», tuiteó el exmandatario.
«Santos, no nos engañe más por favor, no justifique el asesinato de nuestros soldados con el cuento de la ‘guerra que quiere terminar'», arengó Uribe, ferozmente enfrentado a Santos, su exministro de Defensa y a quien considera un traidor por buscar un pacto con las FARC.
Fundadas en 1964 tras una insurrección campesina, las FARC cuentan con unos 8,000 combatientes, desplegados fundamentalmente en regiones rurales del país. El conflicto armado colombiano, el más antiguo de América Latina, ha dejado oficialmente al menos 220,000 muertos y más de cinco millones de desplazados.