Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

Atención oportuna de la menopausia reduce daños

CIUDAD DE MÉXICO (07/ABR/2015).- La atención médica durante los dos primeros años después de la menopausia es vital para evitar que las mujeres presenten descalcificación en los huesos y osteoporosis en un futuro, destaca la Secretaría de Salud federal.

En esta etapa las mujeres pueden perder hasta cuatro por ciento de la densidad ósea y después de la menopausia, la pérdida se estabiliza hasta ser similar a la de los hombres, que va de uno a dos por ciento al año, explica la dependencia.

Cuando un paciente con osteoporosis sufre alguna fractura se incrementa la posibilidad de que tenga ruptura de huesos con mayor frecuencia, advierte.

La menopausia se presenta cuando una mujer deja de tener periodos menstruales por un año y algunos de los síntomas que la acompañan son: bochornos, cambios de humor fatiga, ansiedad, falta de sueño, pérdida de memoria y osteoporosis.

Factores hereditarios, el tabaquismo y vivir en ciudades con una altura considerable sobre el nivel del mar, como la Ciudad de México, influyen para que la menopausia se presente antes de los 48 años, que es la edad promedio en nuestro país.

En su publicación México Sano, la dependencia federal destaca que los medicamentos naturistas disminuyen los efectos de la menopausia si éstos son leves.

No obstante, pide ir al médico en esta etapa de la vida pues en la actualidad las instituciones y unidades del sector salud, como el Hospital de la Mujer, cuentan un programa de atención al Climaterio para prevenir y contrarrestar los síntomas.

Fuente : Informador

atencion-oportuna-de-la-menopausia-reduce-danos

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto