Ayer los usuarios de redes sociales no sólo de Chihuahua, sino de todo México, se estremecieron al conocer los relatos de los jovencitos y jovencitas que asesinaron al pequeño Christopher, con una saña que hubiera dejado helados a los más sanguinarios capos.

Sin embargo, a los expertos no les sorprende en absoluto. Esos pequeños y pequeñas no son causa de la extrema violencia, sino un producto de ella: desnutridos, golpeados, maltratados, excluídos, con severas carencias de todo tipo y un modo de vida tan terrible que lo terrible se volvió cotidiano en sus vidas y enloquecieron como enloquecería cualquiera en esas condiciones, sobre todo niños.

Para la sociedad lo más fácil es juzgar, condenar y simular que no tiene ninguna responsabilidad en lo que ocurre fuera de su colonia, de su casa o de su habitación. No es así, una comunidad resiente cuando una de sus partes anda mal, pero en vez de atenderla y sanarla le apostamos a extirparla. Como no es posible, se confina a los pobres, a los marginados, a los indeseados, a miserables guetos en las orillas de la ciudad, lejos de servicios básicos, escuelas, transporte, trabajos, comercios, en fin, lejos de la ‘gente bien’. Luego nos sorprendemos de que esto ocurra.

Hablando de injusticias, ha llamado mucho la atención un movimiento de padres que defienden con uñas y dientes el derecho a convivir con sus hijos, luego de siglos de una legislación con escasa perspectiva de género, que determina, basada en los ‘cánones tradicionales’, que el niño o la niña deben quedarse en casa con su madre mientras el padre cumple el rol de macho proveedor.

Este movimiento surgió a raíz de la lucha legal que sostiene Antonio Aguirre, un ciudadano que ha desplegado una verdadera batalla jurídica y mediática, pues medio Chihuahua está enterado del caso a través de Facebook, pues este personaje suele desatar discusiones y situaciones muy polémicas, más al luchar contra familias de ‘abolengo’, algunas con cargos en el gobierno estatal.

Pero ya que hablamos de los juzgados, llama la atención el manejo mafioso que se está dando descaradamente a la justicia en Chihuahua. Primero el magistrado Filiberto Terrazas Padilla golpeó a su esposa, violentó a sus hijos y echó a todos a la calle en un flagrante delito, delito cuya investigación no procedió gracias a la ‘bendición ballezana’ que carga en su escapulario, esa que rompe cualquier mal… y cualquier ley.

No conforme con eso, causa suspicacia en el poder judicial el nombramiento como aspirante a jueza de una joven modelo de 28 años, guapa como para enmarcar, pero sin ninguna experiencia, al menos no judicial.

Esta señorita es señalada por los chismosos como pareja sentimental del citado magistrado, quien la habría integrado a la nómina hace apenas nueve meses y todo indica que la joven cuenta con las destrezas necesarias para ganarse la buena voluntad de Filiberto, a quien ha sabido convencer de apoyarla sin importar que tenga apenas dos años como egresada, pues en su currículum tiene factores de peso como el haber participado como Señorita Chihuahua ¿a eso, quién le gana?

Esta joven ya fue nombrada secretaria proyectista, y afirman que está a un paso de ser jueza, algo que dicen es más que normal pues abundan los señalamientos de que el STJ se ha convertido más en pasarela y bacanal que en una instancia impartidora de justicia, y lo peor es que, dicen, el cochinero viene desde arriba, no desde abajo.

Otro que goza de plena bendición ballezana es Enrique Serrano, el alcalde juarense que atiende todos los municipios menos el suyo. Ayer se dio vuelo en Radio Universidad hablando de todo lo que quisiera a los chihuahuenses, luego se dio el rol por varios presídiums en la capital y en sus entrevistas destaca temas de Parral, Cuauhtémoc, Delicias, la capital y casi, casi hasta de Durango, todo para mostrar que está interesado en los problemas de todo el estado y, por su puesto, que tiene un enorme deseo de resolverlos en persona.

El problema está en que la cargada es descarada, como todo lo que ha hecho la administración actual. El poder es para poder, es el lema, y se aplica (o pretende aplicarse) a todos los aspectos de la vida pública.

Eso ha molestado no sólo a la raza de Cuauhtémoc y sobre todo de Delicias. El malestar ya llegó hasta el centro del país, donde se opera de manera silenciosa pero efectiva para darle aire al desinflado Marco Adán Quezada, a quien han querido reventar a sablazos pero ha sabido parcharse y seguir flotando con la esperanza de elevarse, una esperanza que cada vez suena menos descabellada, no tanto por su propio impulso, sino por el de quienes discreta pedo decididamente le soplan hacia arriba.

El cañonazo final han querido dárselo con la Ley Antibronco, aprobada en Chihuahua sin mucho alboroto, total, saben que los minipartidos traen bajo el sobaco el guion dictado desde Palacio y se limitan a levantar la manita, y los opositores saben que nada ganan con rebelarse en las curules. La apuesta va por el recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Otro que anda muy broncudo es Carlos Borruel, quien aún delira con ser gobernador de Chihuahua, pese a haber encabezado una administración marcada por transas y traiciones, que le han ganado el resentimiento de gran parte de su partido y de la sociedad, pero pues… la luchita se le hace, y ya trae a varios periodistas trolls echándole Porras en redes sociales y linchando a otros candidatos.

Lo que sí puede dejar jaloneos es la reunión entre representantes de los partidos y la comisión de vigilancia del Instituto Nacional Electoral, para revisar el rollo de la redistritación, que cargaría al municipio de Riva Palacio dentro del distrito  XIII abarcado por Cuauhtémoc, y lo mismo pasaría con Rosales, que se sumaría al distrito XX de Delicias.

Lo que se ve aquí es que tanto Delicias como Cuauhtémoc son el refugio panista en el estado, y el moverle las fichas podría inclinar la balanza hacia el PRI y despojar a los azules de sus pocos reductos. El que hace la regla hace la trampa.

El que también volvió de ultratumba fue Cruz Pérez Cuéllar, el panista pateado de su partido tras perder el tiro que ante Javier Corral, quien siguió el camino de todos los panistas exiliados: Movimiento Ciudadano, que se ha convertido en una especie de centro de reciclaje de panistas malqueridos.

Durante una rueda de prensa, encabezada por el Presidente Nacional de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez, se informó que el ex militante del Partido Acción Nacional, Cruz Pérez Cuellar formará parte del programa Cruzada Ciudadana, en el que se “escucharán inquietudes de la población”.

Hablando de regresos, Juan Gabriel será oootra vez quien le cantará al gobernador César Duarte durante el grito, y de paso a miles de Chihuahuenses, al fin que son ellos los que pagan. Apenas se están instalando los adornos en el centro, pero ya fue confirmado que el Divo amenizará el evento, al fin que dinero y cariño sobran.