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México

Billete de lotería con ‘el gordo’, fraude que aún opera en CDMX

Tenía aún en los ojos hinchados la cuestión de cómo decirle a su marido que había “mal invertido” los últimos seis mil pesos de los ya escasos fondos familiares que habían quedado del muy lejano aguinaldo, “habíamos ahorrado, eran para algunos gastos, para la escuela de mi hija, como es que no me di cuenta”, lamentó Adriana N.

En realidad, no es su nombre real, no lo quiso decir ante la vergüenza de haber caído en el viejo truco del “billete de la lotería”, como señaló un anciano que se había sumado a escuchar la historia mientras también aguardaba en oficinas del Ministerio Público en la que ella levantaría la denuncia, “todo pasó tan rápido que en realidad no me di cuenta cómo pasó”.

Recordó que era más de mediodía y ya iba tarde para recoger a su hija de la escuela, un anciano muy limpio que dijo llamarse Gelasio le enseñó un billete de lotería, “es el ganador, pero yo no quiero regresarme con todo ese dinero a mi casa”, le dijo que vivía en una comunidad de Tlaxcala y le enseñó un papel escrito según de puño y letra del maestro de la escuela del pueblo en la que pedía honestidad y la ayuda para cobrar el mentado billete.

Luego, al decirle que llevaba prisa y querer retomar su camino, se acercó otra mujer que según quería ayudar, a Adriana no le dio muy buena impresión y pensó que, si ella no ayudaba al señor mínimo a localizar las oficinas de lotería más cercanas, la mujer, que en su opinión tenía aspecto de abusiva, “le iba a dar vuelta con el billete”.

Recordó que la mujer, que dijo llamarse Teresa, se ofreció “amablemente” a consultar si de verdad el billete de lotería tenía un premio para luego llegar corriendo con una hoja larga muy parecida a la de la lotería, le leyó los números, todos coincidían con el “gordo”, con el premio de seis millones de pesos, “por eso algo nos puso acá con este señor, las dos estamos jodidas, es nuestro día de suerte y nosotras sí le vamos a ayudar al señor”.

A partir de ahí, Adriana reconoció que perdió la consciencia de la realidad, ya se imaginaba terminando de echar cemento al cuarto que le faltaba de su casa, pagando las deudas que nunca acaban, viajando por el caribe mexicano.

Pasaban los minutos y se dejó envolver por la perorata lastimera de las angustias del señor que apenas podía respirar ante el miedo, dijo no saber leer ni escribir y que además temía por su vida si llegaba con semejante cantidad de dinero a su pueblo donde su familia tenía problemas de herencia, “me van a matar si llego con tanto”, refirió con las manos temblorosas.

Cuando Adriana intentó revisar su celular para verificar que de verdad era el billete ganador, el hombre, un perfecto actor, hizo el ademán de levantarse de la banca en la que estaban y salir corriendo, le dijo casi llorando que no sacara su teléfono, que lo iban a matar por semejante cantidad de dinero, que mejor le diera lo que tuviera y ya después cobraban en billete.

Todas las veces, recordó todavía con coraje, el señor le juró ante la Virgen de Guadalupe que por favor lo ayudara, que era buena persona, le enseñó el billete, se lo puso en las manos, dijo que sólo confiaba en ella y no en la otra señora, que además le había enseñado su credencial de elector mientras sacaba un fajo de billetes para comprarle el billete al señor, “para ayudarle a regresar a su pueblo con algo mientras nosotras acá le ayudamos a hacer los trámites, al cabo nos va a dejar el billete”.

Adriana, con la ilusión puesta en las vacaciones en el caribe mexicano, no se quiso quedar atrás, así que se dejó acompañar por el viejo y por la mujer al cajero más cercano donde sin dudar sacó seis mil pesos, el señor, según muy agradecido le dijo que cuando cobrarán el billete le iba a dejar para poner aunque sea un changarro, así que ella sin dudarlo le dio los seis mil pesos pensando que de verdad ese era su día de suerte.

El hombre le dio el billete de lotería, un pedazo de papel que luego notó como falso pero que al momento le brillaba en los ojos, en las ilusiones, la mujer que también se había ofrecido a ayudar le dio su teléfono, e incluso le marcó para dejar guardado su registro y le volvió a mostrar su credencial de elector, “ahora que recuerdo todo era falso”, añadió con tristeza.

La mujer y el viejo se fueron juntos, irían a buscar al sobrino de éste que se había quedado en las calles cercanas, quedaron de marcarse más tarde, “al cabo yo tengo el gordo”, pensó mientras guardaba el billete en el bolsillo de su pantalón.

Iba muy contenta cuando para verificar su buena fortuna le marcó a la mujer, a partir de ahí y luego de muchas horas todo fue el aterrador mensaje de “el número que usted marcó no existe o está fuera del área de servicio”, fue ahí cuando se dio cuenta de que había sido estafada, corrió a verificar el número del billete al expendio más cercano nada más para cerciorarse de que no tenía «el gordo», ni los últimos ahorros del aguinaldo, ni las últimas vacaciones en el Caribe.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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