El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó este viernes que la cooperación migratoria con México «nunca había sido tan sólida» en medio de la ola migratoria histórica de la región y las críticas a ambos gobiernos por el trato a migrantes.
«La colaboración que tenemos para abordar este increíblemente difícil tema de forma conjunta, pienso que nunca había sido tan sólida como ahora», declaró Blinken en una rueda de prensa con el canciller de México, Marcelo Ebrard.
El secretario de Estado declaró esto tras el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad en el que México y Estados Unidos anunciaron la sustitución de la Iniciativa Mérida, estrategia de seguridad de 2008 basada en un enfoque militar, por el Entendimiento Bicentenario, con una visión más integral.
El encuentro ocurre mientras decenas de miles de haitianos están varados en las fronteras de México y en albergues en diversas regiones del país, y Estados Unidos busca reimplementar el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), conocido como «Remain in Mexico» o «Permanecer en México».
Tanto Ebrard como Blinken negaron que en la reunión hayan abordado el MPP, que obliga a solicitantes a tramitar su asilo para Estados Unidos desde territorio mexicano, o el Título 42, que permite la expulsión inmediata de migrantes desde Estados Unidos con el argumento de la crisis sanitaria.
Cuestionado por la prensa, el secretario estadounidense aseveró que la Casa Blanca de Joe Biden busca «atender las causas» al recordar que prometió invertir 4.000 millones de dólares en desarrollo para Centroamérica dentro de cuatro años.
«Estamos comprometidos a tener una frontera que sea vibrante, que sea un enlace entre ambos países, entre nuestros pueblos, para el comercio y que sea realmente algo vivo», expresó Blinken, quien no compartió fechas concretas para la llegada de la inversión.
Tanto Washington como México han afrontado críticas recientes por su trato a los migrantes tras imágenes de la Patrulla Fronteriza estadounidense y de la Guardia Nacional mexicana que agreden a los migrantes.
Pero Blinken insistió en que Estados Unidos «está determinado» a hacer cumplir sus leyes «en pleno respeto a los derechos humanos y la dignidad de todas las personas».
En tanto, Ebrard negó que el Gobierno de México esté proporcionado aviones para deportar a los haitianos que han llegado el último mes para solicitar asilo a Estados Unidos.
El canciller mexicano recordó que, según sus cálculos, 90 % de esas personas ya tienen refugio en Brasil y Chile u otros países de América Latina, pero buscan llegar a Estados Unidos engañados por traficantes que prometen que obtendrán asilo.
Señaló que cerca de 14.000 personas de Haití han solicitado refugio en México en el último medio año, mientras que otro número similar está distribuido en albergues a lo largo del país.
«Capacidad de refugio tenemos, somos un país de 126 millones de personas, si llegan 15.000 personas de Haití, quieren trabajar, quieren estar aquí, no es un problema para México», aseguró Ebrard.