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Cae borrachito a arroyo

Un hombre de la tercera edad cayó a un arroyo debido a su estado de ebriedad y ahí pasó la noche.

Vecinos reportaron a un hombre en un arroyo ubicado en la calle Mina Candelaria, como lo vieron tirado llamaron a las autoridades, al llegar al lugar, lo sacaron con ayuda de paramédicos.

El hombre relató que durante la madrugada cayó al vacío de 3 metros, sufriendo golpes y fracturas por lo que no pudo salir.

El lesionado fue trasladado a un hospital para recibir atencion médica.

Un hombre de la tercera edad cayó en un arroyo de varios metros de profundidad en la colonia Villa Real, por lo que se montó un operativo para su rescate.

Sucedió en el arroyuelo en la calle Mina Candelaria, y al parecer el hombre estaba en estado de ebriedad por lo que perdió el equilibrio y fue a dar hasta lo profundo del arroyo.

Vecinos reportaron el accidente y fue auxiliado por personal de rescate de Bomberos de la unidad 048, quienes realizaron las maniobras propias de rescate para sacarlo.

El hombre presentó algunos golpes y fracturas, por lo que fue necesario trasladarlo a un hospital a bordo e la unidad 043 de Cruz Roja.

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Asesinato de Jasiel Giovanny: crecen las sospechas de un segundo implicado

El trágico caso del pequeño Jasiel Giovanny, cuyo cuerpo fue hallado en un baldío cercano al fraccionamiento San Agustín, sigue generando indignación y dudas. Aunque el padrastro del menor, Abraham Alejandro F.D., ya fue imputado y recluido por el crimen, nuevas versiones han fortalecido la hipótesis de que no actuó solo.

Un elemento clave ha avivado la sospecha de que una segunda persona participó en el asesinato o, al menos, en el ocultamiento del cuerpo: durante la búsqueda inicial del niño desaparecido, voluntarios y policías recorrieron el mismo terreno donde luego fue encontrado sin que detectaran señal alguna. Esto ha llevado a pensar que el cadáver fue colocado allí después, posiblemente por un cómplice.

Mientras la atención mediática ha girado en torno al debate sobre el lugar de reclusión de Abraham Alejandro —quien fue enviado al Cereso Femenil debido a su identidad de género—, la investigación parece haber dejado cabos sueltos que podrían ser cruciales. La Unidad de Personas Ausentes fue fuertemente señalada por presuntas omisiones, aunque otros grupos dentro de la Fiscalía lograron recuperar el caso a tiempo.

En las audiencias judiciales ya se han expuesto antecedentes de maltrato por parte del padrastro, lo que refuerza su vinculación al crimen. Sin embargo, tanto familiares como ciudadanos han señalado públicamente que alguien más debió intervenir, sobre todo por el modo en que se dio con el cuerpo: casi 20 horas después de la denuncia, en un lugar previamente inspeccionado.

A pesar de la gravedad del caso, la Fiscalía ha ofrecido información limitada, justificando la reserva con la protección de los derechos del menor. Pero más allá de la legalidad, la presión social exige resultados claros. El crimen de Jasiel no solo ha conmovido a su entorno inmediato, sino que ha generado un reclamo generalizado de justicia y de transparencia total en el proceso.

Si hay otra persona involucrada, la autoridad deberá actuar sin titubeos. Y si no la hay, la sociedad merece conocer todos los elementos que llevaron a esa conclusión. Por ahora, la herida sigue abierta y la confianza en las instituciones aún está en juego.

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