CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto.- El presidente Felipe Calderón reveló ayer que existió una amenaza creíble contra su vida durante un viaje de trabajo, la cual fue detectada a tiempo.
Durante un discurso en Los Pinos en la fiesta con motivo de su cumpleaños número 50, Calderón dijo que los datos que le habían entregado antes de emprender aquella gira le hicieron pensar que podía no llegar al medio siglo de vida, que cumplió ayer.
El Ejecutivo no mencionó la fecha de estos hechos ni el lugar de la gira. Sin embargo, fuentes de Los Pinos dijeron a Excélsior que se trató de un viaje a Reynosa, Tamaulipas. La información coincide con una gira en mayo de 2008.
“Un día”, relató, “me buscó el general (Jesús Javier) Castillo (jefe del Estado Mayor Presidencial) para decirme que se había recogido información de que querían atentar contra el avión presidencial. Me dijo que no era la primera vez que había amenazas contra el Presidente, pero que esta vez eran creíbles y por eso me las comunicaba”.
Calderón revela intento de ataque
El mandatario pidió ser filmado dentro de la nave en caso de que fuera asesinado.
El presidente Felipe Calderón relevó ayer que existió una amenaza creíble contra su vida durante un viaje de trabajo en territorio nacional, misma que fue detectada a tiempo por los servicios de inteligencia del gobierno federal.
De acuerdo con Calderón, la información recabada daba cuenta de la intención de “atentar contra el avión presidencial”.
Durante un discurso pronunciado ante los asistentes a la fiesta por su cumpleaños número 50, en la residencia oficial de Los Pinos, Calderón dijo que los datos que le habían entregado, antes de emprender aquella gira, le hizo pensar que podía no llegar al medio siglo vida, que cumplió ayer.
El Presidente no mencionó la fecha de estos hechos ni el lugar de la gira. Sin embargo, fuentes de Los Pinos dijeron a Excélsior que se trató de un viaje a Reynosa, Tamaulipas, durante el primer tercio del sexenio. Dicha información coincide con una gira que realizó Calderón en mayo de 2008, cuando inauguró el Hospital Materno Infantil en aquella ciudad fronteriza.
Ayer, Calderón tomó la palabra para agradecer a los asistentes a su fiesta de cumpleaños, así como a los gobernadores que aportaron la comida y la bebida. Bromeó sobre su nueva condición de “pentagenario” y de cómo, a partir de que deje la Presidencia, podrá dedicarse “a lo que me dé la gana”.
Pero, luego, en tono solemne, afirmó que hubo un tiempo en que pensó que no llegaría al festejo que ocurría en ese momento.
“Un día, antes de emprender una gira, me buscó el general (Jesús Javier) Castillo (jefe del Estado Mayor Presidencial) para decirme que se había recogido información de que querían atentar contra el avión presidencial. Me dijo que no era la primera vez que había amenazas contra el Presidente, pero que esta vez eran creíbles y por eso me las comunicaba”.
Calderón relató que pidió que un equipo de Cepropie abordara la aeronave oficial para grabar un video dirigido a sus familiares, a fin de que lo vieran en caso de que fuera asesinado.
“No sé dónde habrá quedado ese video, pero les dije que pensaran que yo ya había vivido una vida plena, llena de realizaciones, y que si algo malo me pasaba se valía extrañarme pero no con tristeza sino con alegría y buenos recuerdos”, compartió.
El Presidente de la República dijo que aquella gira contó con un operativo especial por parte de las Fuerzas Armadas y que todas las actividades transcurrieron con normalidad.
No es la primera vez que el mandatario reconoce que ha sido blanco de amenazas por su decisión de combatir frontalmente al crimen organizado, como lo hizo durante una entrevista con la agencia Reuters en 2007.
Sin embargo, ésta es la descripción más detallada que ha hecho al respecto.
En su discurso, el Presidente dijo que ahora podía hablar sobre el peligro que vivió porque “ya ha pasado mucho tiempo”.
La información sobre la amenaza durante la gira a Tamaulipas fue guardada celosamente. Tanto, que una fuente de Los Pinos, que conoció la información en su momento, dijo a este reportero que su cónyuge acaba de enterarse de los hechos por el discurso del Presidente.
Presume, bromea y disfruta
“No he tenido tiempo para el aburrimiento”, dijo el presidente Felipe Calderón al cumplir ayer 50 años de edad.
Con una fiesta informal en la residencia oficial de Los Pinos, Calderón marcó su llegada al medio siglo de existencia y se declaró convencido de que vivirá “muchos años más, quizá otros 50, ojalá”.
La reunión congregó a políticos, intelectuales, artistas, empresarios, deportistas, líderes sociales y periodistas. Entre los asistentes estuvo la mayoría de los miembros de su gabinete, así como prominentes miembros del PAN, pero también del PRI.
En su discurso, Calderón admitió que cumplir 50 años le había hecho recordar una broma que solía hacer en festejos similares, cuando abrazaba al cumpleañero y le decía “felicidades, pentagenario”. A partir de hoy, dijo, “yo entro a la década de los sin cuenta”.
Los invitados comenzaron a llegar a Los Pinos pasadas las 2 de la tarde. Entre los primeros en llegar estuvieron el presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, y el líder de la bancada de ese partido en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas.
También acudieron los priistas Eruviel Ávila, Andrés Granier, César Duarte y Rubén Moreira —gobernadores de los estados de México, Tabasco, Chihuahua y Coahuila, respectivamente—, así como la diputada Beatriz Paredes y el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México, Joaquín Gamboa Pascoe.
Entre los secretarios de Estado presentes estuvieron Alejandro Poiré, de Gobernación; José Antonio Meade, de Hacienda; Guillermo Galván, de la Defensa; Mariano Saynez, de Marina; José Ángel Córdova, de Educación; Dionisio Pérez-Jácome, de Comunicaciones y Transportes; Juan Elvira, de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Heriberto Félix, de Desarrollo Social, y Abelardo Escobar, de la Reforma Agraria.
Otros gobernadores presentes fueron Marco Antonio Adame (Morelos), Marcos Covarrubias (Baja California Sur), José Guadalupe Osuna (Baja California), Mario López Valdez (Sinaloa) y Gabino Cué (Oaxaca).
También acudieron los legisladores electos Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth, José González Morfín y Javier Lozano; los ex dirigentes nacionales del PAN Luis H. Álvarez, César Nava y Germán Martínez, así como los titulares de la Conaculta, Conagua, Conade y el IMSS, Consuelo Sáizar, José Luis Luege, Bernardo de la Garza y Daniel Karam, respectivamente.
Asimismo, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia.
Otros de los asistentes fueron Diego Fernández de Cevallos, Fernando Gómez Mont, Juan Ignacio Zavala, Rodolfo El Negro Elizondo, Arturo Elías Ayub, Isabel Miranda de Wallace y María Elena Morera.
Entre los empresarios que llegaron al festejo estuvieron Carlos Slim, Agustín Coppel, Manuel Saba, María Asunción Aramburuzabala, Javier Pérez de Anda, Olegario Vázquez Aldir, Pablo González, Tristán Canales y Mario Sánchez.
También acudieron los clavadistas que obtuvieron medallas en los pasados Juegos Olímpicos de Londres: Paola Espinosa, Alejandra Orozco, Laura Sánchez, Iván García y Germán Sánchez.
Asimismo, los artistas Emmanuel, Laura Zapata, Joaquín Cordero, José Luis Cordero Pocholo, Flor Silvestre y el trío Pandora.
Al final de la comida se presentó un recuento en video de la vida de Calderón, con imágenes de su infancia, juventud, boda, hijos y carrera política. Entre ellas, momentos de convivencia del Presidente con quienes fueron sus amigos y colaboradores, los fallecidos Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake.
Después, Calderón tomó un micrófono y dirigió unas palabras a los asistentes.
Dijo que ha tenido una vida “intensa, apasionada y llena de ideales y valores”. Agradeció haber podido contar con “la mejor esposa, los mejores hijos, los mejores colaboradores… y los mejores enemigos”. Estos últimos, afirmó, lo han hecho crecer como persona y como político.
El Presidente se consideró “satisfecho, realizado y feliz”. Dijo haber seguido el consejo de tener hijos, escribir libros y sembrar árboles. “En este gobierno hemos sembrado mil 300 millones de ellos”, apuntó.
Reconoció que en algún momento pensó no llegar a los 50 años de vida. Y ahí fue cuando relató uno de los episodios más difíciles en lo que va de su gobierno: cuando supo de la intención del crimen organizado de derribar el avión presidencial.
Pronosticó que vivirá muchos años más, “tal vez otros cincuenta años, ojalá… o al menos llegar a la edad que tiene don Luis H. Álvarez (casi 93 años), aquí presente”.
En lo que consideró que será “el tornaviaje” de su vida, Calderón afirmó que quiere participar en un triatlón, así como escribir muchos libros, dar conferencias y trabajar para formar un patrimonio para sus hijos.
El Presidente dijo estar entrando en “el medio tiempo de mi vida” y que está listo para dejar el poder y dedicarse a hacer “lo que me dé la gana”.
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