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Salud y Bienestar

Caries infantil se incrementa por besos en la boca y compartir alimentos

Además de la falta de cepillado como causante de caries, este padecimiento puede ser transmisible por los besos en la boca, debido a la bacteria “Streptococcus mutans”, que en diversos niveles está presente en la saliva.
La coordinadora del Programa de Salud Bucal de la Secretaría del ramo , Karen Almeida Castro, señaló que este padecimiento persiste como el principal problema de salud bucal en el estado y en el país.

La especialista abundó que con frecuencia se atribuye la presencia de esta enfermedad a la falta de higiene dental, pero apuntó que esa patología puede adquirirse por medio de las bacterias que yacen en la saliva.

Puntualizó que las madres y padres de familia puedan convertirse en agentes transmisores en el caso de los infantes.

La odontopediatra dijo que estudios médicos han demostrado que hay una fuerte relación entre los niveles salivares maternos de SM (Streptococcus mutans) y el riesgo de infección en sus hijos a edades tempranas.

Se ha comprobado, mencionó, que las madres que cuentan con niveles altos de unidades formadoras de colonias bacterianas en la cavidad bucal oral tienden a tener hijos con altos niveles de las mismas.

Explicó que al compartir con sus hijos alimentos, bebidas, utensilios, cepillos de dientes, entre otros objetos, los infantes tienen mayor riesgo de recibir esa bacteria.

De esa manera, anotó, se incrementa la desfavorable posibilidad de enfrentar la caries dental desde la edad temprana edad, que en este caso es conocida como transmisión vertical.

Agregó que también existe una horizontal de microorganismos, la cual ocurre mediante el intercambio de saliva por otros miembros de la familia como son padres, hermanos o cuidadores.

Aseveró que esta información debe ser utilizada por los progenitores para evitar prácticas, como dar un beso en la boca a los infantes, que pudieran derivar en una transmisión de bacteria y su consecuente presencia de caries para los menores.

Almeida Castro subrayó que la higiene bucal debe iniciarse desde que el menor nace, lavar los rebordes alveolares y tener presente que la primera visita al dentista es en cuanto salga el primer diente del infante.

Los adultos deben visitar al especialista al menos una vez al año para que se desarrollen la actividades curativas que requieran, al enfatizar que por su propio bienestar la personas no tienen que dejar avanzar los problemas en salud dental, acotó la especialista.

Notimex

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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