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Salud y Bienestar

Qué hacer en caso de quemadura por cohetes

Durante la temporada de fiestas patrias el número de niños quemados por cohetes se duplica, por eso, antes que todo evita que los niños compren cohetes y si es así deben ir acompañados por un adulto siempre.

Si acudes a un espectáculo pirotécnico es necesario que lo observes a más de 400 metros de distancia y hacer caso a los señalamientos de seguridad.

Si tus niños sufren una quemadura menor:

Coloquen de inmediato la zona afectada en el chorro de agua fría por al menos 10 minutos.
En seguida haz un vendaje esterilizado para evitar que haya infecciones.
Retira la ropa y demás objetos que puedan lastimarlo (pulseras, cadenas, cinturones, etc.)
Nunca uses cremas, ungüentos o remedios caseros.
Tampoco toques las ampollas o ámpulas que se formen por la quemadura.
Tras este primer paso lo mejor es acudir al médico para que él valore si es una quemadura superficial o algo más serio.

EN ESTA ÉPOCA SE DUPLICAN LOS CASOS DE QUEMADURA POR COHETES
El número de casos de quemaduras provocadas por cohetes se duplica durante la temporada de fiestas patrias, señaló el jefe de Cirugía Plástica del Hospital de Lomas Verdes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Agustín Reyes.

En entrevista, explicó que la manipulación de juegos pirotécnicos por niños, sin la supervisión de un adulto, incrementa el riesgo de quemaduras y explosiones que pueden terminar en la pérdida de alguna de sus extremidades.

Expuso que estos productos causan quemaduras de «segundo grado profundo y de tercer grado por fuego directo, y si les explota llegan a perder algún dedo o hasta la mano por esa causa”. Los niños en edad escolar de primaria son los que más se accidentan porque no están preparados para usar esos productos.

El experto indicó que por lo general estos casos se deben a que los menores no son supervisados por un adulto, y muchas veces cuando no truena un cohete se piensa que se apagó y al recogerlo les explota en la mano.

Agustín Reyes comentó que los accidentes por productos con pólvora son más frecuentes en varones, quienes se guardan los juegos pirotécnicos en las bolsas del pantalón.

«Lo que es frecuente es que se guarden las llamadas brujitas que se avientan y truenan y parecen muy inofensivas, se las guardan y se les olvida y la fricción con la ropa hace que se prendan y en lo que se quitan las prendas se queman las piernas o alguna otra parte del cuerpo», añadió.

– Con información de Notimex

 

 

 

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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