La donación de 30 sillas de ruedas especiales que la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora (Sedesson) entregó al sistema DIF, elaboradas a base de asientos de plástico duro y aptas para bañarse en ellas, causó indignación en la ciudadanía, polémica y burlas en redes sociales.
En el boletín de prensa del gobierno de Sonora se aclaró cuál es el fin del diseño y material. “Luis Alberto Medina Plascencia, titular de la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora (sedesson), indicó que las sillas de ruedas entregadas son especiales, de un material de plástico duro e, incluso, aptas para que quienes las usen se puedan bañar sentados en ellas”.
En el evento donde fueron entregadas simbólicamente, ni las autoridades de la Sedesson, ni las del DIF informaron que las 30 sillas de ruedas eran sólo una parte de un donativo de 550 que la fundación internacional Free Wheelchair Mission (FWM) realizó al gobierno de Sonora.
Lo anterior se dio a conocer en una rueda de prensa que ofrecieron autoridades estatales, una vez que inició la lluvia de críticas.
Ayer, la adaptación se sillas plásticas blancas que suelen ser usadas en fiestas o patios para el uso por parte de discapacitados, fue duramente criticada en redes sociales, pues se especuló sobre la calidad e intención del donativo.
“Yo quisiera pedir de la manera más humilde que nos ayuden a tratar de repeler esta mala difusión que estamos haciendo con una institución que está haciendo una gran labor (FWM), no nada más en México sino en varios países; quiero decirles que estas sillas se entregaron a Sedesson y que a nosotros nada más nos costó su importación”, declaró Plascencia Osuna, quien no dijo porque no se informó de esos detalles desde un principio.
El titular de la Sedesson detalló que el costo de producción de cada silla de ruedas es de 72 dólares y que al gobierno del estado sólo le costó 19 mil 880 pesos la importación y traslado a Sonora. Según el portal de internet www.freewheelchairmission.org , estas sillas de ruedas especiales están equipadas con llantas “todo terreno” y son construidas con un material durable e impermeable que facilita su uso en áreas rurales.
Sus creadores afirman que son el equipamiento ideal para zonas marginales, y que por su bajo costo pueden llegar a más personas con discapacidad.
Free Wheelchair Mission diseñó dos tipos de sillas de ruedas, la GEN_1 y la GEN_2, la primera, la donada a Sonora, es de diseño básico a un costo extremadamente bajo con el fin de llegar a mayor número de personas discapacitadas en zonas muy pobres. Mientras que la GEN_2 fue creada para su uso en países en desarrollo.
Por su diseño y manufactura, las sillas donadas en Sonora pueden ser maniobradas por personas con discapacidad que no tienen quien los cuide, sus llantas permiten circular por lugares donde otras sillas de ruedas se atoran, y el material del asiento y respaldo es impermeable, por lo que el usuario puede bañarse en ella. Según la fundación, se han entregado 651 mil 245 sillas de este tipo alrededor del mundo.
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