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Chile: Dos muertos en marcha de estudiantes

Un joven recibió un disparo en el cuello en el centro del puerto de Valparaíso (119 kilómetros de Santiago) cuando pintaba paredes en medio de una batahola entre encapuchados y policías. Otro también fue alcanzado por un balazo.

Las víctimas, según informó la prensa chilena, eran grafiteros que se encontraban escribiendo en las paredes de un edificio. También se informó que el autor de los disparos, un joven de 22 años se encuentra detenido.

Fuentes de seguridad dijeron que las balas letales “no partieron de armas de los carabineros”. Los fallecidos fueron identificados como Exequiel Borbarán y Diego Guzmán.

La versión de Carabineros, entregada por el general Julio Pineda, es que el sujeto que ahora se encuentra detenido, es el hijo del propietario del departamento ubicado en el primer piso del edificio que los grafiteros estaban manchando con sus pinturas, informó la prensa chilena.

“El conserje salió, hubo una riña, salió el hijo del dueño del inmueble y después de amenazar a todo el mundo diciendo que si no se terminaba todo iba a disparar, volvió con el arma y realizó los dos disparos”, dijo. “Pese a los intentos que hizo la Asistencia Pública no se pudo salvar la vida” de los heridos, indicó Pineda.

La Brigada de Homicidios tomó el procedimiento, por lo que ahora se toma la declaración del joven detenido y la verificación del calibre del arma y la cantidad de disparos.

Portavoces médicos dijeron que Borbarán, quien fue trasladado por Carabineros hasta un centro asistencial cercano “falleció a los 30 minutos de haber empezado una cirugía de asistencia” yque “llegó con profusa hemorragia”. En cuanto a Guzmán dijeron que fue trasladado por el servicio local de asistencia y que “ingresó con herida en el tórax” y también falleció tras ser trasladado a pabellón.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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