Conecta con nosotros

Ciencia y Tecnología

Científicos mexicanos logran implantes craneales más exactos

Golpes en la cabeza o intervenciones quirúrgicas, son algunas de las causas que pueden llevar a las personas a requerir de implantes craneales que protejan el área de la cabeza que quedó expuesta.

Y es que, entre las funciones del cráneo destaca el brindar protección física al cerebro, explica el responsable del Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva, Digitalización 3D y Tomografía Computarizada de la UNAM, Leopoldo Ruiz Huerta.

En entrevista, destaca que si bien la historia de los implantes es muy antigua, actualmente se cuenta con la manufactura aditiva, herramienta que utiliza una perspectiva particular para su elaboración con mayor exactitud.

Para el grupo que comenzó a estudiar los procesos de manufactura en bajas dimensiones, «llego un momento donde encontramos un cierto límite donde descubrimos que pudiera llegar a ser más sencillo depositar material de manera selectiva donde yo quisiera, para hacer el crecimiento de una pieza que estar sustrayendo material, y así comenzamos con el tema de manufactura aditiva».

Ubicados en el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este laboratorio tiene como una de sus líneas de trabajo la participación con la unidad de prótesis craneomaxilofaciales del Hospital General de México.

De esta manera, «el tipo de implantes que se manejan en esta unidad, se deben particularmente a lesiones originadas por problemas oncológicos», abundó.

Por lo que hacia el año 2012 inició un proyecto de colaboración con el hospital, ya que «detectamos un área de oportunidad muy interesante», anotó Ruiz Huerta.

Con el trabajo que ya desarrollaba el hospital, «lo que hicimos fue tomar esa información digital proveniente de la tomografía, y nosotros hacer una representación virtual de cómo debería de ser este implante».

Fue así como se generó un molde y con la experiencia que se tenía en el laboratorio «en manejo de técnicas de manufactura aditiva, jugamos con las características particulares que requiere ese molde para permitir una polimerización adecuada de este material que es el polimetilmetracrilato».

Por lo que «entre mayor información tengamos de la tomografía es relativamente más sencillo hacer un implante que puede calzar de manera perfecta con la lesión», agregó el investigador de la UNAM.

Desde entonces, el trabajado desarrollado con la institución los ha llevado a aumentar sus conocimientos, «dependiendo de la zona donde se encuentra la lesión es posible utilizar algunas tablas y principios que nosotros mismos elaboramos»

Esto en términos de encontrar la mejor característica geométrica, ya que «nadie quiere un implante que, cuando te veas de lado, se te vea hundido y que cuando te vean de frente se vea una protuberancia, entonces jugar con todas estas herramientas que existen», en favor del paciente.

Entre los trabajos que han realizado el especialista destaca «tal vez el más complicado que ha tenido el laboratorio en sus manos, nos tocó una vez atender una caso de una afección que es llamada neuroestesioblastoma».

Detalló que a los pacientes con este tumor tiende a crecerles una protuberancia en la parte de enfrente del rostro, y por procedimientos quirúrgicos se quitan ciertas partes.

«Entonces literalmente se hizo una máscara que incluía desde la mitad de la frente hasta la parte de abajo de los pómulos y el paciente en cirugía hubo que retirarle todo lo que quedaba de esa estructura ósea para colocar este nuevo implante».

Además de que fue el caso en el que más rápido se tuvo que realizar «porque el paciente la necesitaba de manera prácticamente inmediata, no podíamos permitir que se quedara muchos días sin todo ese soporte. Y es uno de los satisfactores tal vez más interesantes», apuntó

En ese sentido, subrayó que los científicos de la UNAM «estamos ocupando herramientas que permiten tener mayor exactitud en el resultado de una manera bastante más rápida».

Fuente: El Informador

1157543

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto