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Salud y Bienestar

Cofepris alertó que “Napabeltan” representa un riesgo a la salud

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) alertó sobre un fármaco identificado como Napabeltan y con etiquetado en idioma coreano que “constituye un riesgo a la salud por ser de dudosa procedencia”.

El medicamento que este día la Comisión expuso como un riesgo sanitario, fue presuntamente entregado al personal de salud de algunos hospitales a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para tratar a pacientes con COVID-19.

El pasado 18 de marzo una enfermera denunció en redes sociales que la dependencia federal había entregado dichos medicamentos con etiquetado dudoso para tratar a pacientes infectados con el virus SARS-CoV-2.

Ante ello, los médicos y enfermeras comenzaron a buscar información del fármaco, ya que además de tener etiquetado en coreano no contaba con ningún instructivo en otro idioma dentro de la caja.

“Estos son los medicamentos que estamos recibiendo por parte de @INSABI_mx Está en Coreano. Quiero que leas bien lo anterior. Su escritura está en Coreano y no, no hay dentro de la caja ningún ‘papelito’ con otros idiomas”, denunció.

Por medio de un hilo de Twitter, Lulú Rodríguez, quien señala en su perfil ser enfermera, dijo que solamente se entendía el gramaje, lote y fecha de caducidad del producto que estaba siendo entregado.

Apuntó que en la norma indica que los fármacos deben recibirse con etiquetado en español, para que el personal médico tenga la claridad y seguridad de lo que está medicando a los pacientes.

En su interés por saber más, la trabajadora relató que escaneó un código QR que se encontraba en la caja del producto. Tras ello se encontró que se trataba de Napabeltan, clasificado para el sistema circulatorio, con eficacia como anticoagulante.

La denunciante dijo que a pesar de poder conocer las propiedades del medicamento a través del código QR, su etiquetado incorrecto fue un signo de alerta, pues además de poner en riesgo la cédula profesional de médicos y enfermeras, podría poner en riesgo la salud de los pacientes.

Ante ello, la Comisión aseguró, el pasado 19 de marzo, que la denuncia de Lulú Rodríguez contenía información falsa.

“La información difundida en redes sociales sobre la supuesta distribución del INSABI del medicamento ‘Napabeltan’ es falsa, debido a que Cofepris no ha otorgado la autorización sanitaria para importar, comercializar o abastecer al sector salud para su uso médico”, detalló.

Sin embargo, un día después, este 20 de marzo, la Cofepris reviró y compartió la alerta sanitaria, confirmando que el Napabeltan, que fue recientemente difundido en redes sociales no cuenta con autorización sanitaria.

Fuente: Infobae

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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