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Opinión

Coincidimos con el Secretario de Gobierno: los compromisos son para cumplirse Por Antonio Escamilla

El próximo miércoles 20 de junio, una comisión representativa del Movimiento Antorchista Nacional en Chihuahua, llevará a cabo una marcha-mitin que partirá del Parque Lerdo en punto de las 10 de la mañana, hará un alto en el edificio “Héroes de la Revolución”, sede de las Secretaría de Fomento Social y de Educación Cultura y Deporte, y concluirá en Palacio de Gobierno, con el único objetivo de demandar el cumplimiento a la palabra empeñada por parte de servidores públicos que argumentando “falta de presupuesto”, ponen en duda la eficacia, la sensibilidad humana y política del Gobierno del Estado.

Luego de un sinnúmero de gestiones, varias horas de antesalas, distintas mesas de trabajo y diálogo, y de múltiples movilizaciones realizadas desde noviembre del 2010, el 27 de febrero de los corrientes, en el salón “Sacramento” de Palacio de Gobierno, se llevó a cabo una reunión de trabajo presidida por el mismo Secretario General de Gobierno, Licenciado Raymundo Romero Maldonado, por instrucciones, se nos dijo, del señor Gobernador. El Licenciado Raymundo, en su calidad de coordinador de todas las Secretarías y dependencias estatales fue, para los antorchistas, el garante de los compromisos contraídos. Ciertamente, algunos de ellos se están cumpliendo, pero otros siguen a la espera de la voluntad política de nuestros gobernantes. Veamos algunos ejemplos:

En dicha reunión la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), representada por el Ing. Eduardo Issa Bolos, subdirector técnico, estableció, entre otros, el siguiente compromiso:

*Analizar la suficiencia presupuestaria para introducir el agua potable en el año 2012, con recursos propios de la JCAS, a las colonias Jorge Barouse, Ampliación Crucero, Ampliación 11 de febrero y Lomas de Oriente. No se ha cumplido siquiera con la elaboración de los proyectos ejecutivos respectivos, a pesar de lo urgente del problema: recordemos que en días pasados, presas de la desesperación, los habitantes de la Ampliación 11 de Febrero secuestraron una pipa de agua porque llevaban varios días sin el vital líquido.

La Secretaría de Fomento Social, representada en la reunión mencionada por el Licenciado José Luis de la Madrid y la Licenciada Erika Loo, de la dirección de planeación, hizo el siguiente compromiso, entre otros:

*Que una vez integrados los expedientes, por parte de los interesados, de 4 salones de usos múltiples para los habitantes de las colonias marginadas de la capital Granjas Cerro Grande, La Noria, Granjas La Soledad y Los Llanos, se concluía el proceso de valoración e integración de los expedientes y se pasaría a tramitar los recursos correspondientes para realizar dichas obras en el primer semestre del 2012. No se ha cumplido. El Titular de la Secretaría, Profesor Rafael Servando Portillo Díaz, argumenta que su dependencia no cuenta con “suficiencia presupuestal” toda vez que la Comisión Estatal de Gasto-Financiamiento, mediante oficio No. CGF 0176.1/12, le informó que para “…procurar el Equilibrio Financiero del Estado…no es posible autorizar recursos adicionales, para apoyos en Infraestructura y Equipamiento a las organizaciones de la Sociedad Civil…”. ¿Y el equilibrio social y político? ¿Y el compromiso establecido?

El Doctor Fernando Uriarte Zazueta, cuando fungía como titular de Fomento Social, se comprometió a incluir en un programa alimentario mensual a familias en condiciones de pobreza representadas por nuestro Movimiento; hasta el momento, el Profesor Portillo, desconoce el compromiso.

La Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, representada en la reunión citada por el Licenciado Andrés Meza Limón, se comprometió, entre otras cosas, a lo siguiente:

*Comprar un terreno para construir una escuela para el Jardín de Niños “Rayénari” en Granjas La Soledad, cuyos alumnos “reciben clases” en aulas móviles que son verdaderos hornos en primavera-verano y congeladoras en otoño-invierno. No se ha cumplido, con el argumento, se nos informa, de que la Secretaría de Hacienda no libera los recursos correspondientes.

*Aumentar el subsidio para la Casa del Estudiante “Antonio Sosa Perdomo”. No se ha cumplido, con el mismo argumento.

La Secretaría de Fomento Social, por una parte, y el Instituto de la Vivienda, por la otra, establecieron el compromiso de integrar a 212 familias de Bocoyna y 126 de Carichí, respectivamente, desde el año pasado, al programa de autoconstrucción de casitas de adobe, pero hasta el momento no se ha cumplido, no obstante la gran promoción que se hace por parte del Gobierno del Estado.

Las dependencias involucradas y sus funcionarios respectivos, aunque todas las peticiones fueron formuladas desde noviembre del 2010 precisamente para que fueran presupuestadas, aducen, pues, problemas de presupuesto a pesar de la reunión del 27 de febrero y de la posterior intervención de la Secretaría General de Gobierno (“Los compromisos son para cumplirse”, ha insistido una y otra vez el Licenciado Romero). Por lo tanto, creemos que la intervención decidida del Licenciado César Horacio Duarte Jáquez, haciendo gala de su gran sensibilidad humana y política, es indispensable para resolver la problemática expuesta; la marcha-mitin anunciada tiene la finalidad de lograr ese propósito. Ojalá que así sea, sería en beneficio de miles de familias chihuahuenses que viven en la marginación.

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Opinión

KAFKIANO. Por Raúl Saucedo

ECOS DOMINICALES

En el laberinto de la política contemporánea, a menudo podríamos considerar  que nos encontramos deambulando por pasillos de las obras de Franz Kafka. Esa sensación de absurdo, opresión y burocracia incomprensible que caracterizan lo «Kafkiano» no es exclusiva de la ficción; es una realidad palpable en el día a día de millones de ciudadanos alrededor del mundo.

A nivel global, la política parece haberse transformado en un sistema gigantesco, deshumanizado y a menudo ilógico. Las decisiones se toman en esferas lejanas, por personajes que parecen habitar otro universo, mientras que las consecuencias recaen directamente sobre los ciudadanos de a pie. ¿Cuántas veces hemos visto acuerdos internacionales o normativas supranacionales que, a pesar de sus buenas intenciones, terminan generando más confusión y restricciones que soluciones? Es la burocracia global, un monstruo de muchas cabezas que opera bajo sus propias reglas, ajeno a las realidades individuales. Los ciudadanos se sienten como los personajes de Kafka, constantemente a la espera de un veredicto o una explicación que nunca llega, o que llega demasiado tarde y de forma incomprensible.

En América Latina, la esencia Kafkiana de la política se magnifica. La historia de la región está plagada de sistemas que parecen laberintos, donde los procesos se estancan por años, las acusaciones no tienen fundamento claro y la justicia parece un privilegio, no un derecho. La corrupción es otro elemento profundamente Kafkiano: actos inexplicables de desvío de recursos o favores políticos que operan en las sombras, imposibles de rastrear o de exigir responsabilidades. Los ciudadanos se enfrentan a un estado omnipresente pero ineficiente, que promete soluciones pero solo entrega más papeleo y trámites sin fin. Las promesas electorales se desvanecen en el aire como niebla, dejando un rastro de desilusión y cinismo. La sensación de desamparo es palpable, pues la maquinaria política y administrativa, en lugar de servir, parece diseñada para agobiar y confundir.

Existen países que para interactuar con dependencias gubernamentales puede ser una auténtica Odisea Kafkiana. Solicitar un permiso, registrar una propiedad o incluso tramitar una simple credencial puede convertirse en una misión imposible, llena de requisitos ambiguos, ventanillas equivocadas y funcionarios que ofrecen respuestas contradictorias. La burocracia, en muchos casos, no solo es lenta, sino que parece tener una lógica interna ajena a la razón, diseñada para agotar la paciencia del ciudadano. A esto se suma la impunidad, un fenómeno profundamente Kafkiano, donde crímenes y actos de corrupción permanecen sin castigo, generando una sensación de injusticia y resignación. Las narrativas oficiales a menudo carecen de la transparencia necesaria, dejando a la población en un estado de perpetua incertidumbre y desconfianza, buscando desesperadamente una explicación que nunca llega, o que es inaceptable.

En este panorama, la política se percibe como un ente ajeno, una fuerza opresiva que opera bajo un código indescifrable. Para muchos, participar activamente se siente como un esfuerzo en vano contra un sistema que parece inmune al cambio. La resignación es un peligro real, y la apatía se convierte en una respuesta lógica a la frustración persistente.

Sin embargo, como en las obras de Kafka, donde los protagonistas, a pesar de su desorientación, siguen buscando una salida o una explicación, nuestra sociedad no debe rendirse. Entender la naturaleza Kafkiana de nuestra política es el primer paso para exigir transparencia, simplificación y, sobre todo, una humanización de los sistemas que nos rigen. Solo así podremos, quizás, encontrar la puerta de salida de este interminable laberinto.

Esta reflexión viene de mensajes en grupos, cafés en mesas y observaciones del pasado domingo, donde lo kafkiano quizá no es la situación, si no nosotros mismos.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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