Conecta con nosotros

Opinión

Comentarios de prensa por Luis Ochoa Minjares

EL INVENCIBLE DA PASOS CON PIES DE PLOMO

Luis Ochoa Minjares

El surgimiento de Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy del Mazo como los dos prospectos más idóneos para la remuda de la dirigencia nacional del partido mayoritario del pueblo mexicano, el invencible, el Revolucionario Institucional, confirma que en materia política los pasos se deben dar con pies de plomo, como sentencia el conocido refrán.

Con Carolina y Beltrones, se cumple con el mandato de equidad de género al tomar en cuenta la presencia cada día más firme de la mujer en las actividades del hombre, particularmente en la más elevada ocupación del ser humano, la actividad política.

Con Carolina y Manlio, se cosechan los frutos de la militancia, la disciplina, la experiencia y sobre todo la brillante trayectoria en la política y el servicio público de los prospectos colocaos ya en el arrancadero electoral del PRI.

En esta etapa de elecciones internas partidistas, destaca la tersura, la organización interna y la armonía entre la militancia tricolor, en contraste con el desbarajuste, inexperiencia y falta de disciplina partidaria de otros organismos políticos que difícilmente pueden digerir un proceso de elección interna.

ECHENSE  ESTE

TROMPO ALUÑA

La brillante y envidiable trayectoria política del próximo dirigente nacional de PRI, realmente es impresionante:

Manlio Fabio Beltrones Rivera, actual coordinador de los diputados federales del PRI, tiene una larga carrera política en el partido y en la administración pública. Nació en Villa Juárez, Sonora, el 30 de agosto d

1952, es licenciado en Economía por la UNAM; gobernó su estado a los 40 años.

Fue diputado federal en las legislaturas 52, 59 y en la actual 62, así como senador en las legislaturas 54 y 61, y presidió las mesas directivas en ambas cámaras, así como coordinador de su bancada. También fue presidente del PRI en Sonora y secretario general de la CNOP.

En el gobierno federal fue subsecretario de Gobierno, Desarrollo Político y Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación, de 1988 a 1991, en la época en que se fundaron el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Federal Electoral y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

De Carolina Monroy, pudiera decirse que es una especie de Manlia Fabia de la política mexicana por su también brillante trayectoria en las filas del tricolor y en el servicio público mexiquense.

EL SALTO DE LA MUERTE

O LA MAROMA POLÍTICA

El anecdotario político cuenta que el gobernador Borunda continuamente recibía a algún resentido con la clásica amenaza: “entonces me voy del partido”. La respuesta era también clásica: “Ni faltan los que se van, ni sobran los que se quedan”.

Del mismo modo que en la pista de un circo, el acto más espectacular y escalofriante es el salto de un trapecio a otro sin red protectora, así en el circo de la política barata resulta a veces vistoso pero siempre triste ver como los maromeros de la polaca tiran maromas de un trapecio a otro y se cambian de  chaqueta, y se ponen la de otro sin el menor rubor, y todavía se atreven a invocar el voto cuando ya ningún ciudadano volverá a creer en ellos.

El fenómeno de la migración de militantes de un partido a otro, tiene su explicación en la pobreza ideológica, en la falta de convicciones políticas y en el predominio de la codicia  y la deslealtad a los principios políticos. También se explica por la falta de moral política de los partidos conservadores que utilizan como instrumento de predominio el fenómeno de la corrupción, la compra de conciencias y el fomento del divisionismo.

La inmadurez política y la falta de generosidad y convicciones ideológicas no es un vicio nuevo, desde los tiempos posrevolucionarios, las defecciones, deslealtades, chaquetazos y machincuepas políticas son frecuentes y señal de atraso político.

Y hsta la fecha no se sabe de ningún partido que haya muerto, desaparecido o debilitado por la huida de uno o varios de sus adherentes. Tampoco se sabe de ningún trapecista de la política que haya tenido un final veliz  en su carrera política o de militancia en un partido.

PEÑA NIETO A PUNTO

DE MORIR…..DE RISA

Un elemento del Estado Mayor Presidencial denunció ante el Ministerio Público el robo de su arma de cargo, ocurrido mientras protegía al presidente Enrique Peña Nieto durante el evento multitudinario efectuado en la explanada del comité nacional del PRI la semana pasada.

Ningún acto multitudinario, aquí y en China, ayer, hoy, mañana y siempre escapará  de que se filtren rateros, carteristas, pelafustanes y provocadores, a hacer de las suyas, sin faltar los inevitables chirinoleros.

Pero hacer de estos incidentes tema, motivo, pretexto y argumento para denostar al gobernante en turno y ningunear al país, es un acto de lamentable analfabetismo político y de enfermiza e incurable perversidad.

Dicen que cuando Peña Nieto se enteró del incidente y de rumores y chirinoleos estuvo a punto de morir….de risa.

¿UN HURACÁN POLÍTICO

EN  EL SEXENIO 2016-22 ?

Hay de huracanes a huracanes. Existen los huracanes meteorológicos que todo lo arrasan destruyen y desaparecen.

Hay también huracanes políticos que adquieren fuerza en la medida en que interpretan y se apoyan en el querer colectivo.

Son huracanes formados en la militancia de su partido y surgidos en el seno de la sociedad y tienen la misión de transformar lo mal hecho, enderezar lo torcido, cambiar  el rumbo y sobre todo y lo más difícil, cambiar las costumbres, las malas costumbres políticas.

El huracán político adquiere fuerza y consolida su poder en proporción a la fidelidad con la que se apega a los anhelos y necesidades de la comunidad.

En la medida en que utiliza su carisma, su fuerza y su talento para transformar el medio político, social y económico. En la medida en que se apoya en las viejas tradiciones de su terruño y se recargue en las epopeyas de la historia.

En la medida en que no se arredra ante los tatajuanes, los petates de muerto, ni se descontrola frente al blof de la cochambre social, la basura política y los redrojos morales de la riqueza mal habida.

Un huracán político que no se convierta en tímido vienesillo a las primeras de cambio.

Esto es lo que se anhela, creo, para el próximo sexenio 2016-22 de gobierno chihuahuense. Un auténtico huracán político chihuahuense.

TROPEZÓN POLÍTICO

DE LOS DOS CÉSARES

Apenas ayer se decía que “los bonos chihuahuenses en el escenario político nacional no andan tan mal. Mire usted, los nombres de gobernadores que más mencionan los columnistas políticos son los de Chihuahua y Veracruz,  César Duarte Jáquez y Javier Duarte Ochoa, respectivamente”.

Las cosas han dado un inesperado vuelco durante los últimos tiempos para los mandatarios tocayos de apellido. Hubo momentos en que, ebrios de poder y mando, confiaron su proyección política e ideológica a la inmundicia chayoteril, olvidando que el poder, sin el apoyo de una sólida y moderna política de comunicación social, es imposible mantener íntegro.

Es deseable que ambos mandatarios tengan la decisión y las agallas necesarias para enfrentar y resolver los problemas que afectan su gestión y su prestigio, para que todo se reduzca a un simple y pasajero tropezón político.  LOM.

 

 

Opinión

Francisco: el futbolista que soñaba con ayudar a los pobres. Por Caleb Ordoñez Talavera

En un mundo donde los líderes suelen subir al poder sobre pedestales dorados, Jorge Mario Bergoglio eligió las sandalias del pescador. Aquel argentino que un día fue arquero de fútbol, amante del tango y de los libros de Dostoyevski, se convirtió en Papa y jamás olvidó de dónde venía. Francisco no fue un pontífice cualquiera; fue un Papa de carne y hueso. De esos que uno siente que podría toparse en la fila de las tortillas, con una sonrisa serena y una mirada que, sin mucho ruido, te abraza el alma.

Francisco ha sido, sin lugar a dudas, el Papa más disruptivo en siglos. No porque haya roto dogmas —la estructura doctrinal sigue firme—, sino porque le dio un rostro distinto a la Iglesia Católica. Dejó de lado la solemnidad acartonada y abrazó la humildad. Cambió el papamóvil blindado por un Fiat, rechazó vivir en los lujosos aposentos vaticanos y optó por una residencia sencilla. El “Vicario de Cristo” en la tierra eligió la austeridad, no por estrategia, sino por convicción.

Pero su verdadera revolución fue moral y emocional. Francisco no gritaba desde el púlpito: escuchaba desde las banquetas. Su papado se volcó en los márgenes, allí donde duele el hambre, la exclusión y el olvido. Su voz fue trinchera para los migrantes, los pobres, los ancianos, los refugiados.

Muchos lo criticaron por “idealista”, como si eso fuera pecado. Pero Francisco no era ingenuo, era valiente. Sabía que sus llamados a la justicia social incomodaban a muchos en las cúpulas de poder, tanto eclesiásticas como políticas. Sin embargo, nunca dio marcha atrás. “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”, dijo al iniciar su pontificado. Y no era una frase para los titulares: era su hoja de ruta.

En tiempos donde la migración se convirtió en moneda electoral, el Papa Francisco insistía en recordar lo esencial: los migrantes no son cifras, son personas. Los visitó en las fronteras de Europa, lloró con ellos, oró con ellos, los abrazó. Nunca usó una cruz de oro; la suya era de hierro, sencilla, como el corazón que la portaba.

No fue un teólogo de escritorio. Fue un pastor que olía a oveja. Supo enfrentarse al clericalismo con una sonrisa y un gesto firme. Habló de ecología cuando el mundo prefería mirar al petróleo, habló de inclusión cuando otros aún discutían si las puertas de la Iglesia debían estar abiertas. Fue reformador no porque cambiara leyes, sino porque cambió la conversación.

Y entre todas sus aficiones —el cine italiano, la literatura rusa, la cocina porteña— hay una que siempre lo delató como el más humano de los líderes: el fútbol. Fan acérrimo del equipo San Lorenzo, seguía los resultados con la emoción de un niño. Para Francisco, el fútbol era una metáfora del Evangelio: todos juntos, diferentes, pero con un solo objetivo. “Lo importante no es meter goles, sino jugar en equipo”, decía.

El balón lo extrañará. La pelota, esa esfera rebelde que tantas veces desafía la gravedad, ha perdido a uno de sus poetas silenciosos. No se sabe si en el Vaticano habrá canchas, pero estoy seguro de que Francisco supo lo que es gritar un gol desde el alma.

Su legado es más que palabras. Está en los corazones de quienes alguna vez se sintieron excluidos. Está en cada migrante al que se le extendió la mano, en cada comunidad indígena que se sintió escuchada, en cada creyente que volvió a mirar a la Iglesia con esperanza y no con miedo.

El Papa Francisco nos recordó que la fe sin amor es un cascarón vacío. Que la Iglesia, si no camina con el pueblo, se convierte en museo. Que el Evangelio no es para adornar discursos, sino para incomodar a los cómodos y consolar a los que duelen.

Francisco será recordado como el Papa de los gestos pequeños, de las palabras enormes, del corazón abierto. No hizo milagros, pero hizo lo más difícil: cambiar el alma de una institución milenaria con solo mirar a los ojos de los pobres y decirles: “ustedes son el centro”. Y en tiempos donde el cinismo dentro de la política y en todos los medios cotiza alto, eso es ya un milagro.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto