Es momento de hablar de algunos desencadenantes que te pueden llevar a conseguir el orgasmo con o sin pareja. Estas ideas son tomadas de mujeres que han dado testimonio.

Para poner en práctica estos ejercicios que desencadenan el orgasmo, es importante estar de buen humor. Cuando el cansancio, el agotamiento o la distracción están presentes, no permiten que el orgasmo aparezca instantáneamente. Para que la respuesta sexual exista, es imprescindible dedicarse tiempo, crear un ambiente propicio y disfrutar del propio cuerpo. Por lo tanto, escoge una o dos ideas de la lista y ponlas en práctica al menos en tres sesiones para explorar tus posibilidades.

Si te sientes ansiosa o desbordada después de leer la lista, tal vez te preocupas demasiado por hacerlo todo bien. Es posible que te lleguen pensamientos de que no lo estás haciendo bien o que hay algo en ti que no funciona. Este tipo de preocupación interfiere de manera directa con el placer. Cierta duda es normal si estas empezando a realizar estos ejercicios, pero no debe ser excesiva ya que bloquea toda la respuesta sexual. A medida que sigas practicando tu concentración y los desencadenantes del orgasmo, veras que poco a poco vas sintiéndote más a gusto y notarás el progreso. Habrá elementos que no te funcionarán pero con el tiempo llegarás a distinguir cuales elementos te van bien y cuales no.

1. Durante la excitación sexual intenta tensar las piernas, el estomago y los brazos. La tensión corporal es una reacción automática, pero a veces si se incrementa, puede desencadenar el orgasmo.

2. Realiza algunas contracciones vaginales (Kegel). Los movimientos de contracción y alivio suelen aumentar la excitación y mantienen la concentración en las sensaciones genitales.

3. A medida que te vayas excitando, acomódate de manera que la cabeza quede colgando fuera de la cama o el sofá. Esto hace que la presión sanguínea aumente en esta zona y se modifique la respiración, lo cual incrementa las sensaciones de tensión y excitación en algunas mujeres.

4. Déjate llevar de verdad. Empieza a representar el orgasmo. Mueve las caderas. Pronuncia algunas palabras que te exciten, como si quisieras animar tu cuerpo.

5. Cuando sientas que estas excitada, juega contigo misma. Aléjate temporalmente de la zona en la que estabas centrándote y luego vuelve a ella. Pasa los dedos sobre los senos, los pezones, el estomago y el clítoris. Cambia la presión y el ritmo de las caricias sobre el clítoris.

6. Puedes disponer de un espejo para verte de cuerpo entero mientras te das placer.

7. Lee un fragmento de un relato erótico que te guste después de haber estado estimulándote, o intenta imaginar viviendo tu fantasía mas intensa; métete en el personaje y déjate llevar.

8. Vístete con un camisón sexy, un brasier y unos calzones sensuales. Empieza la sesión con una de estas piezas puesta. Nota la textura pasando los dedos por encima ¿qué sientes al percibir tus senos o genitales a través de la tela? Transcurrido un tiempo, desnúdate o continúa parcialmente vestida si te gusta la sensación.

9. Procura acariciarte en diferentes posturas. Si siempre te masturbas boca abajo, date la vuelta. Puedes probar boca abajo, con la cabeza y el pecho apoyados en una almohada, ponerte de lado o boca arriba con las piernas dobladas si hasta ahora, siempre las has mantenido extendidas. Mueve distintas partes del cuerpo como por ejemplo la pelvis .

10. Intenta aguantar la respiración un rato o jadear. A veces llegar al orgasmo es simplemente cuestión de aumentar la duración de la masturbación. Por ello te invito a que dediques entre 30 a 45 minutos por sesión. Si te sientes desanimada porque crees que tardas demasiado en alcanzar la excitación o en llegar al orgasmo, procura tener paciencia. Más adelante será menos demorado. Cuantos más orgasmos tengas, menos tiempo tardarás en sentir la excitación. Lo importante es concederse el tiempo necesario. No hay que tener en cuenta las necesidades o deseos de nadie más, sólo los tuyos.