La ‘nomofobia’, o miedo a no estar en contacto por el móvil, es el mal de moda. Según un estudio de la compañía estadounidense de investigación tecnológica Unisys, una persona tarda como promedio 26 horas en denunciar el robo de una cartera, pero si el objeto perdido es un teléfono, la denuncia se produce a los 68 minutos.
Perder el móvil supone quedarse fuera de una parte importante de la realidad: lo que sucede en Internet. También significa que no se estará disponible, que no se le podrá encontrar por las vías ordinarias. Léase, llamada, mensaje, e-mail, WhatsApp.
Hay quien asume la desconexión como un reto o como una excentricidad, pero hay muchos que no se lo pueden permitir; otros que, como diría Bartleby el escribiente, en el relato de Herman Melville, preferirían no hacerlo, y unos pocos que viven la pérdida de la conectividad con angustia.
Expertos anglosajones, concretamente británicos, acuñaron en 2008 la nomofobia (acrónimo de no mobile phobia) y la describieron como el miedo a no estar en contacto por el móvil, un sentimiento que, según sus estimaciones, podrían estar incubando el 53% de los usuarios de este servicio de telefonía de Reino Unido.
La ‘nomofobia’ podría manifestarse cuando nos quedamos sin cobertura o sin batería, o cuando perdemos el teléfono.
Síntomas:
1. Cargan a todas partes con una batería de repuesto y los cables de conexión.
2. Monopolizan el enchufe más cercano del sitio en el que acaban de entrar, y solo entonces se sienten tranquilos, porque les da pavor quedarse desconectados.
3. Consideran que perder su celular les causa tanto estrés como un divorcio o una mudanza.
4. Sienten a necesidad de estar conectados las 24 horas y los 7 días de la semana.
5. El tiempo promedio que pasan sin mirar el celular es de unos diez minutos.
6. La relación con su teléfono es emocional, y en caso de que se lo roben el disgusto será máximo.
7. Llevas el celular a todas partes, hasta cuando vas al baño.
8. Lo dejas prendido cuando duermes.
9. Después de tener sexo lo primero que haces es checar el celular.
10. Prefieres quedarte solo pero con tu celular al lado.
Habrá perdido mucho más que un teléfono con su agenda de contactos. Se habrá quedado sin sus fotos, su despertador, su brújula, sus mapas, su GPS, su linterna, su espejo, sus juegos, su hombre del tiempo, su compañero en los interminables viajes de metro, sus playlists para correr, su música, su teléfono inteligente más inteligente que uno mismo¡
El 68% de los británicos contestaron a una encuesta de la compañía YouGov, afirmando que renunciarían a la cerveza, al vino, los chocolates, los zapatos, la televisión y hasta al coche durante un mes, a cambio de quedarse con el móvil.
El 22% de ellos aseguraron que “el teléfono móvil es lo más importante que se llevan cada noche a la cama”. Curiosamente, solo el 11% de las mujeres entrevistadas fue tan lejos en sus afirmaciones.
Para los analistas de Nielsen, la portabilidad convierte al teléfono en el gadget ubicuo por excelencia. “Lo puedes llevar a cualquier parte en el bolsillo. Lo puedes usar para todo, y, de vez en vez, hablar por teléfono”.
Uno de cada cinco estadounidenses confiesa que lo primero que hace después del sexo es mirar el móvil. No tenemos datos de España, pero no suena muy descabellada la estadística. Si así fuera, estaríamos ante un acto de amor romántico, por más que la prensa estadounidense haya frivolizado con la estadística diciendo que el smartphone es también el nuevo cigarro de después.
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