Madrid.- La comunidad internacional abogó este domingo por una transición pacífica en Siria tras la caída del régimen de Bachar al Asad y expresó su deseo de que el país alcance la estabilidad lo antes posible.
La Siria de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras apenas 12 días de ofensiva.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo este domingo que el futuro de Siria lo debe determinar su pueblo, después de que los insurgentes islamistas entraran a Damasco y dieran por derrocado al presidente, Bachar al Asad.
En ese sentido, Guterres adelantó que los enviados especiales de la ONU trabajarán con los sirios para que puedan lograr ese fin, pero también señaló que se necesita «el apoyo de la comunidad internacional para garantizar que cualquier transición política sea incluyente y amplia y que satisfaga las aspiraciones legítimas del pueblo de Siria, en toda su diversidad».
Rusia, aliado de Bachar Al Assad, anunció que el dirigente había abandonado Siria y pidió a todas las partes implicadas que eviten hacer uso de la violencia y solucionen «los problemas de control del país por vías políticas».
En un comunicado, la diplomacia rusa solicitó respeto «a las opiniones de todas las fuerzas étnicas y confesionales de la sociedad siria» y apoyó «el diálogo político inclusivo, basado en la resolución 2254 de Consejo de Seguridad de la ONU aprobada por unanimidad».
En este contexto, la diplomacia rusa puntualizó que las bases militares rusas en Siria (la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus) «se encuentran en estado de alta preparación de combate».
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, relacionó directamente la caída de Al Asad con la guerra en Ucrania, que ha obligado a Moscú a reducir su presencia militar en Siria, donde se instaló cuando comenzó la guerra en 2011 en apoyo al régimen de Damasco.
«Rusia e Irán están muy debilitados en este momento, uno por Ucrania y una mala economía, y el otro por Israel y sus éxitos militares», argumentó el próximo mandatario estadounidense, que asumirá en la Casa Blanca el 20 de enero con la promesa de «frenar guerras».
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó la jornada de este domingo como «un día histórico en Oriente Medio», durante una visita a las tropas israelíes desplegadas en los Altos del Golán ocupados, frente a la frontera con Siria.
Mientras que el presidente palestino, Mahmud Abás, afirmó este domingo que apoya al «hermano pueblo sirio» y respeta su voluntad para que elijan sus opciones políticas.
En tanto el ministerio de Exteriores de Irán también se pronunció y defendió que el futuro de Siria lo debe decidir su pueblo «sin intervenciones destructivas ni imposiciones externas».
En tanto la Liga Árabe instó este domingo a los sirios a promover los conceptos de tolerancia y diálogo, tras el derrocamiento este domingo del presidente Bachar al Asad en una ofensiva insurgente, al tiempo que condenó la incursión israelí en una parte de los Altos del Golán, en el sur de Siria.
Este bloque también renovó su «condena total» a los intentos de Israel de «aprovecharse ilegalmente» de la situación interna en Siria, ya sea mediante la ocupación de más territorios en los Altos del Golán o considerando terminado el acuerdo de separación de fuerzas de 1974 entre los dos países.
La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, dijo que el fin de la dictadura de Bachar al Asad es «positivo y largamente esperado» y subrayó que la prioridad de la UE ahora «es garantizar la seguridad en la región».
Y el Gobierno chino señaló en un comunicado que «sigue de cerca» la situación de Siria y espera que la estabilidad «vuelva cuanto antes» al país.
Pekín fue en los últimos años, junto a Rusia e Irán, uno de los aliados del régimen de Bachar al Asad, con quien el presidente chino, Xi Jinping, anunció en septiembre de 2023 el establecimiento de una «asociación estratégica» entre China y Siria que «marcará un hito» en sus relaciones.
Todos los países dijeron estar tomando medidas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos residentes en Siria.