Este martes se confirmó la muerte del estudiante y activista colombiano Lucas Villa Vásquez, quien se encontraba en terapia intensiva en un hospital luego de recibir ocho disparos, por parte de desconocidos, la noche del pasado 5 de mayo en la ciudad de Pereira, la capital de Risaralda, en medio de una protesta.
El fallecimiento del manifestante, de 37 años, ocurrió la noche del lunes, según confirmó su tía, Marta de las Salas, a Radio Nacional de Colombia, horas después de que un estudio arrojara que presentaba una isquemia cerebral global, por lo que los médicos declararon su muerte encefálica.
Villa Vásquez permaneció cinco días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, donde se mantenía conectado a un respirador. El cuerpo del activista ya fue trasladado a Medicina Legal.
Sobre las acciones del Gobierno para esclarecer los hechos, el ministro de Defensa, Diego Molano, anunció que un cuerpo élite se trasladó a Pereira para la investigación y que la Policía de Colombia ofrece 100 millones de pesos (casi 27.000 dólares) «por información para capturar a los responsables».
Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, lamentó el hecho y manifestó que se aplicará «todo el peso de la ley» a los responsables.
El pasado 5 de mayo, mientras manifestaban de manera pacífica, Villa Vásquez y Andrés Felipe Castaño fueron baleados en el viaducto César Gaviria de Pereira. El momento del ataque, que habría sido perpetrado por un hombre en motocicleta, quedó registrado en un video que se difundió en las redes sociales.
En otra grabación, antes de recibir los ocho disparos, se aprecia al activista diciendo a cámara: «No están matando en Colombia».
Reacciones
La noticia de la muerte del activista, que ha sido considerado como el ícono de las recientes protestas en Colombia, causó conmoción, tras casi dos semanas de manifestaciones en el país suramericano en medio de una creciente tensión política y social.
Algunos hechos de violencia contra quienes participan en las movilizaciones han sido registrados en videos divulgados en las redes sociales y denunciados por organizaciones de defensa de los derechos humanos.
En los registros audiovisuales se han evidenciado acciones de grupos de civiles armados contra los manifestantes, además de actuaciones desproporcionadas por parte de la Fuerza Pública.
Desde el inicio de las protestas el Colombia, el pasado 28 de abril, la Defensoría del Pueblo ha registrado 26 civiles muertos y un agente de la fuerza pública. Por su parte, organizaciones sociales elevan esa cifra a 47 e indican que al menos 39 de los casos se debieron a «violencia policial», de acuerdo con un comunicado publicado el pasado domingo por la ONG Temblores y el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).