En el marco del Día Mundial de la Alimentación, Cencos destacó que derivado del consumo elevado de refrescos el sobrepeso y la obesidad han crecido en México. Y es que los adolescentes pasaron de consumir 100 kcal2 en 1999 a 225 kcal2 en 2006; mientras que en adultos pasó de 81 kcal2 1999 a 250 kcal2en 2006.
Además, según datos reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH), que una familia de escasos recursos destina 7.5% de sus ingresos a la compra de refrescos, mientras que las de ingresos moderados gastan 12% en la adquisición de aguas y jugos embotellados. De esos el 70% son refrescos de cola.
Por otra parte, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 la frecuencia en el consumo de refresco en nuestro país, supera a alimentos básicos como leche, huevo, carne, frutas y verduras. Además, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala que el gasto en refrescos aumentó 40% en solamente 14 años, entre 1984 y 1998.
Como parte de los trabajos para la concientización sobre el daño que produce a la salud el consumir bebidas azucaradas, frente a las oficinas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgo Sanitarios, (COFEPRIS), Alejandro Calvillo director de El Poder del Consumidor, pidió a las autoridades que controlen la publicidad de refrescos, así como establecer etiquetados que no le hagan creer al consumidor en sus etiquetas que dichos productos contienen niveles bajos de azúcar cuando no es así.
Alejandro Calvillo, dijo que la norma 051 establece claramente que no se puede engañar en la etiqueta. Y es que en el apartado 4.1.1 dice que: «La información contenida en las etiquetas de los alimentos y bebidas no alcohólicas pre envasados debe ser veraz y describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor con respecto a la naturaleza y características del producto».
You must be logged in to post a comment Login