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Policiaca

Convive UAP con menores infractores

Como un acercamiento y actividad de convivencia, elementos de la Unidad de Atención a Pandillas (UAP) de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, realizó una actividad de recreación para 85 menores infractores, que semana a semana brindan servicio comunitario a la sociedad por sus faltas.

Como un acercamiento y actividad de convivencia, elementos de la Unidad de Atención a Pandillas (UAP) de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, realizó una actividad de recreación para 85 menores infractores, que semana a semana brindan servicio comunitario a la sociedad por sus faltas.

El policía segundo Francisco Cisneros Prieto, coordinador del grupo UAP, comentó que estos jóvenes entre los 13 y 17 años de edad son menores infractores que un juez les envía por faltas como robo, consumo de drogas, riñas y en algunos casos por ingobernabilidad, estos últimos enviados directamente por los padres.

Agregó que normalmente estos menores llevan a cabo servicio comunitario de entre 20 y hasta 100 horas, en limpieza de parques y jardines públicos, arroyos, terrenos, poda de árboles, entre otras actividades y que hoy como un esfuerzo por su unidad y convivencia se les ofreció una actividad recreativa.

“Es importante que también convivan entre ellos, existen integrantes de pandillas rivales aquí (menores infractores) a quienes les organizamos torneos deportivos o pactos de paz para que no peleen más y esta actividad recreativa es un esfuerzo más para lograr que no vuelvan a cometer alguna falta contra la sociedad” expresó Cisneros Prieto.

Cabe mencionar que la Unidad de Atención a Pandillas da también apoya a los padres de los menores infractores, con platicas informativas preventivas, antidoping, y visitan al menor entre semana en su hogar, en su escuela y en su entorno para detectar y alejar a las malas influencias que pudieran presentársele al adolescente.

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

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