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México

Créditos Infonavit serán congelados a partir de marzo

El director General del Infonavit, Carlos Martínez explicó como lograron estructurar el Programa Responsabilidad Compartida con el que inicialmente 194 mil personas podrán reestructurar sus créditos hipotecarios contratados en Veces Salarios Mínimos (VSM) pasándolos a mensualidades fijas y sin incrementos:

“Lo que hicimos fue focalizar el apoyo que estamos dando. Vamos por los trabajadores que menos ganan, menos de cuatro salarios mínimos, cuyo crédito tiene ya una vida de 15 años, que han sido cumplidos y que en los dos últimos años han pagado en tiempo y forma y cuya deuda es 1.5 veces mayor a lo que adquirieron originalmente. Ese es el universo que estamos atendiendo en esta primera etapa”, señaló.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, Carlos Martínez indico que a pesar de que cada caso es diferente los trabajadores verán congelados sus créditos a partir del mes de marzo:

“Tenemos casos que probablemente lo acaben de pagar en 10 años más, pero ya van a tener certeza sobre el estado de sus créditos, porque vamos a congelar el último pago que corresponda al mes de marzo. El 1 de marzo es cuando ya oficialmente inicia el programa. Estamos en la etapa en que los trabajadores se acerquen con nosotros. Pero la mensualidad va a estar congelada a marzo para todo lo que resta de la vida del crédito”, afirmó.

México

Gentrificación en CDMX: crecimiento urbano que desplaza a sus habitantes

Colonias como la Roma, Condesa, Juárez y San Rafael se han convertido en epicentro de protestas vecinales por el aumento desmedido en las rentas, el despojo inmobiliario y la pérdida de identidad barrial. El fenómeno detrás de estas inconformidades es la gentrificación, un proceso urbano que, aunque para algunos simboliza renovación, para otros representa expulsión, desigualdad y ruptura social.

La gentrificación ocurre cuando barrios de clase trabajadora reciben fuertes inversiones económicas y una oleada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo. Este cambio trae consigo mejoras en infraestructura y servicios, pero también incrementos abruptos en el precio de rentas y propiedades, desplazamiento de residentes originales y una transformación profunda en la cultura e identidad del barrio.

En la Ciudad de México, el fenómeno se ha intensificado con la llegada de nómadas digitales y extranjeros atraídos por el bajo costo de vida, quienes elevan la demanda de vivienda en zonas céntricas. Esto ha generado una turistificación desmedida, en la que muchas viviendas se destinan a rentas de corta estancia (como Airbnb), reduciendo la oferta para los habitantes locales.

A ello se suma la presión de desarrolladores inmobiliarios para que inquilinos tradicionales abandonen sus viviendas, con el fin de remodelarlas o demolerlas y construir nuevos complejos de lujo. Tiendas de abarrotes y fondas han sido reemplazadas por cafeterías de cadena y boutiques, alterando la vida comunitaria.

Además, la desigualdad urbana se agudiza: quienes no pueden pagar los nuevos precios se ven obligados a mudarse a zonas más lejanas, con mayores tiempos de traslado y menor acceso a servicios básicos.

En respuesta, colectivos ciudadanos y legisladores han exigido medidas que regulen el mercado inmobiliario, protejan a los arrendatarios y prioricen un desarrollo urbano equitativo. La gentrificación, advierten, debe atenderse antes de que transforme por completo el rostro y el alma de la capital.

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