La declaración fue realizada por todos los países del G-8 –las naciones más desarrolladas del planeta- con la excepción de Alemania y Rusia.

Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí, España, Turquía, Reino Unido y EEUU firmaron su apoyo a “los esfuerzos llevados a cabo por EEUU y otros países para reafirmar la prohibición del uso de armas químicas”. Respaldan también las “pruebas” del uso de armas química por el régimen de Al Asad “que apuntan claramente a la responsabilidad del gobierno sirio”.

El comunicado conjunto asegura que se compromete a “apoyar esfuerzos internacionales a largo plazo, incluidos los que se llevan a través de la ONU, para enfrentar el desafío ya antiguo que suponen las reservas sirias de armas químicas”. Paralelamente pidieron a la misión de Naciones Unidas que investiga lo sucedido el pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco que presente sus resultados lo antes posible.

Rusia advierte que dará más armas a Siria si EE.UU. ataca

Mientras tanto el presidente ruso Vladimir Putin, continúa oponiéndose a la intervención armada hasta que concluya la tarea de la comisión técnica de ONU y aseguró que seguirá suministrando armas al régimen de Damasco.

La posición del gobierno ruso es compartida por el premier chino Xi Jinping, además de Alemania, a los que se suman India, Indonesia, Brasil y Argentina.

Consultado sobre el rol que cumplirá rusa ante un ataque de fuerzas “aliadas”, Putin aseguró: “Ayudaremos. Y ayudamos ahora. Suministramos armas, colaboramos en el campo económico. Confío en que habrá más colaboración en el campo humanitario, en lo que se refiere a la ayuda humanitaria y el apoyo a la población civil que se encuentra en una difícil situación en ese país.”