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Salud y Bienestar

Cuidado con el consumo de alcohol en estas fiestas

Es en las fiestas decembrinas cuando el consumo de alcohol aumenta, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Chihuahua, informa a la ciudadanía sobre las graves consecuencias en la salud que esto puede ocasionar.
El coordinador auxiliar de Salud Pública, doctor Ismael Rodríguez Chávez, informó que el alcohol produce en el cuerpo una ligera estimulación y cierta sensación de euforia que a algunas personas les permite interactuar con más facilidad con sus amigos.
Indicó que si la persona continua bebiendo comienza a aparecer efectos depresores, afectando el centro del equilibrio situado en el cerebro, además de problemas para hablar y de la coordinación motora, así como afectación del lóbulo frontal que es el encargado del juicio social, por eso algunas personas pueden hacer cosas de las que luego se avergüencen.
Advirtió que si el nivel de consumo es aún más elevado, la personas pueden perder la conciencia y caer en estado de coma o muerte al perder la actividad de las funciones vitales.
Mencionó también que el alcohol va produciendo adicción en quien lo ingiere. El cerebro de la persona se va adaptando a los efectos continuos por eso si se deja de beber se presentan síntomas como ansiedad, temblores, depresión e irritabilidad. Cuando esto se convierte en una necesidad que afecta las actividades diarias de los individuos por su necesidad de beber se considera una enfermedad y se llama alcoholismo.
Asimismo, el médico del IMSS destacó que en el cerebro el alcohol puede disminuir la memoria, la concentración y el autocontrol. La metabolización del alcohol en el hígado causa náuseas y vómitos. El riñón elimina más agua de la que se ingiere esto provoca deshidratación y dolor de cabeza. En el estómago se produce ardor e irritación. También se presenta aumento del flujo de sangre en la piel por eso se presenta la sudoración.
“Finalmente en el corazón se provoca un aumento de la actividad cardiaca y aceleración de pulso, además de una disminución de azucares lo que causa una sensación de debilidad y agotamiento físico. Si esto es intenso la posibilidad de perder la vida a causa de una falla cardiaca es muy alta”, puntualizó.
Por lo tanto, el especialista del Seguro Social exhortó a la población para disfruten de las próximas fiestas decembrinas de una manera sana, evitando en la medida de lo posible ingerir bebidas alcohólicas que, en exceso, generan accidentes y problemas de salud.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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