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México

Dámaso López «El Licenciado» teme por su vida

Dámaso López, «El Licenciado», supuesto nuevo líder del Cártel de Sinaloa y preso en el penal de Ciudad Juárez, admitió que teme ser asesinado en una cárcel de México.
Declaración que dio el capo de la droga antes de ser trasladado a Chihuahua, lo que deja abierta la posibilidad de ser extraditado a los Estados Unidos lo antes posible, se detalló en el espacio de «Fórmula Detrás de la Noticia».
Ya que tiene pleito con los Guzmán, Dámaso López prefiere no jugársela en las cárceles mexicanas y confesó que prefiere llegar a un acuerdo con Estados Unidos, revelaron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional, según publica La Jornada. Antes de ser trasladado al Cefereso de Ciudad Juárez, Chihuahua, El Licenciado comentó que no quería pisar ninguna prisión mexicana, esto porque teme ser asesinado.
Al parecer, Joaquín Guzmán y Dámaso López pasaron del amor al odio. En la década de los 90, El Chapo conoció a El Licenciado, cuando éste era subdirector del penal de Puente Grande (claro, el capo era prisionero).
En poco tiempo logró hacer que la estancia del Chapo en la prisión fuera más llevadera. Con la complicidad de los directores del penal, Mario Marín, primero, y Leonardo Beltrán Santana, después, así como de autoridades de la Secretaría de Gobernación, López Núñez se convirtió en el genio de la lámpara maravillosa que cumplía todos los deseos del Chapo”, señala Anabel Hernández en reportaje para Revista Gatopardo.
Ya que era quien le conseguía todo lo que quería, Dámaso López se ganó la confianza de Joaquín Guzmán… y cuando le ayudó a escapar de prisión, pues hasta compadres se hicieron. Una vez libre, Guzmán integró a López en su organización. Así, El Licenciado se fue convirtiendo en cabeza del Cártel de Sinaloa. “López Núñez comenzó a coordinar operaciones para ambos [él y El Mayo Zambada], aunque su jefe directo era El Chapo. Negociaba con los proveedores de cocaína colombianos a nombre del Cártel de Sinaloa para el suministro a Estados Unidos”, apunta Hernández.
En 2016 las cosas cambiaron. Con la aprehensión y extradición de El Chapo, el negocio quedó en manos de El Licenciado y El Mayo… pero Dámaso no contaba con que los hijos de Guzmán Loera pedirían su rebanada del pastel: “Chapito y Alfredillo comenzaron a presionar al Licenciado para que compartiera el negocio de su padre con ellos […] El Licenciado les dio largas, sin confrontarse directamente con ellos. Ante el evidente declive, él fue adquiriendo mayor poder y lealtades dentro de la facción del Chapo. Súbitamente comenzaron ataques armados contra la familia de Guzmán Loera, otrora impensables”.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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