“La barda fue como un tapón. El canal no dio capacidad, el agua se iba a ir por la calle y la calle estaba cerrada con la barda”, indicó quien es ex presidente del citado colegio al dar un diagnóstico general del hecho.
En este sentido, Ortiz manifestó que si en lugar de un muro fueran rejas, no hubiera pasado una situación mayor, ya que el líquido sólo hubiera corrido, arrastrando quizá tierra y basura, pero no inundado las viviendas.
“Es una cuestión del diseño del dren que tienen ahí y no soportó. Lo malo es que se cierran las calles con este tipo de elementos como una barda que forman un presón y por eso se metió el agua”, agregó el entrevistado.
Por lo anterior, opinó que posiblemente no se hizo un análisis de que si el dren se veía superado por dónde se iría esa agua, puesto que la calle no tenía salida por esa barda, entonces comenzó a subir el nivel del agua y con el empuje derribó el muro.
“Es un error de alguien que no debió haber puesto esa barda en este punto, debió haberse puesto una reja; se entiende que hay que cerrar, pero si se hubiera hecho un barandal, sin problema hubiera corrido el agua”, insistió el ingeniero.
Ortiz manifestó que obviamente no da gusto que haya fallado un elemento en cualquier fraccionamiento y que provoque otras problemáticas, porque esto pone a todo el gremio en una situación muy complicada.
“Sí debemos tener muy en claro dónde estamos, cómo estamos y cuáles son nuestras condicionantes referenciadas al Atlas de Riesgo, que sí lo debemos conocer. No sólo es una responsabilidad de la autoridad, o del desarrollador, sino también de nosotros como usuarios”, apuntó.
En este sentido, resaltó que sí hay una responsabilidad que se debe compartir, para al final de cuentas saber dónde estamos, cómo estamos y qué puede pasar, y los vecinos poder coadyuvar en situaciones como esta.