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Defiende Claudia Sheinbaum a Fuerzas Armadas

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Ciudad de México.- Mientras que en el Congreso local se aprobó la minuta que asegura la permanencia del Ejército en las calles hasta 2028, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo estar a favor por solidaridad.

La Mandataria afirmó que en la Capital es mejor el desempeño de la Policía local y que las Fuerzas Armadas colaboran en acciones de inteligencia e investigación, pero afirmó que en otras zonas hay policías disminuidas, por lo que se requiere su presencia.

«La Ciudad es solidaria con muchas otras entidades de la República que no tienen una Policía del tamaño que tiene la Policía de la Ciudad de México que no se ha venido capacitando y que hoy la población depende de las Fuerzas Armadas para mantener la seguridad.

«Entonces que seamos solidarios con muchas otras entidades de la República y que entendamos además que es un asunto que claramente se plantea que es temporal, hasta 2028, en la medida en que se vaya fortaleciendo la Guardia Nacional».

Además acusó hipocresía de quienes rechazan que las Fuerzas Armadas realicen labores de seguridad pública, como el PAN y dijo que el ex presidente Felipe Calderón fue quien sacó al Ejército a las calles por la llamada guerra contra el narcotráfico al carecer de legitimidad.

Acusó que en lugar de atender la pobreza se promovió una guerra contra el narcotráfico.

La presencia de elementos de las Fuerzas Armadas ahora, dijo, es distinta y no es militarización.

«Ahora entonces hablan de militarización, cuando no tiene nada qué ver con la militarización, sino sencillamente con la protección de la ciudadanía, frente a situaciones de inseguridad que fueron provocadas desde entonces», puntualizó.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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