Tres ciudades estadunidenses presentaron este martes una demanda acusando al Departamento de Defensa de no incluir a muchos militares inhabilitados para portar armas en la base de datos policial.
La demanda, presentada por Nueva York, San Francisco y Filadelfia argumenta que esa falla permitió la masacre de 26 personas en una iglesia en Texas el mes pasado.
Las agencias policiales regionales y municipales dependen de la base de datos nacional mantenida por el FBI para regular las ventas de armas y evitar que caigan en manos de personas con pasado criminal.
Por lo cual, la base de datos tiene que estar actualizada para poder ser eficaz, señala la querella.
La queja, presentada en el tribunal federal de Alexandria, Virginia, pide un recurso de amparo y mayor control de los tribunales para obligar al Departamento de Defensa a cumplir la normativa de entregar la información relevante.
Añade que las fallas en el Departamento de Defensa permitieron matanzas como la perpetrada por Devin P. Kelley, quien fue miembro de la Fuerza Aérea y quien había sido convicto de agredir a familiares y por lo tanto estaba inhabilitado para comprar un arma.
Debido a que no había información que lo descalificara en la base de datos, Kelley pudo comprar un fusil y matar a 26 personas el 5 de noviembre en una iglesia en Sutherland Springs, Texas.
Jefes de la Fuerza Aérea admitieron que el servicio no reportó debidamente al FBI los antecedentes penales de Kelley y que hubo varias docenas de problemas similares.
Agregaron que el procedimiento estaba en su normativa, pero hubo fallas en el cumplimiento y en el entrenamiento del personal; el Ejército también admitió que tuvo fallas en esa área.
Las agencias policiales regionales y municipales dependen de la base de datos nacional mantenida por el FBI para regular las ventas de armas y evitar que caigan en manos de personas con pasado criminal.