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¿Qué es la Depresión Invernal?

La depresión es un trastorno mental muy frecuente, caracterizado por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Puede incluso conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando ésta se presenta de forma moderada o grave, es necesario que el paciente reciba tratamiento farmacológico, e idealmente aunque no en todos los casos, terapia psicológica.

Existe una creencia generalizada de que la depresión se incrementa en época invernal, y que es durante esta temporada cuando los sentimientos de tristeza, apatía, falta de apetito y llanto se presentan con mayor frecuencia.

Más allá de las causas emocionales que pudieran detonar las fiestas navideñas, se cuenta con una explicación biológica que favorece la aparición de la depresión en esta temporada: en invierno la duración de la luz solar es menor, lo que provoca un desbalance en los niveles de neurotransmisores, entre ellos, la serotonina, sustancia íntimamente ligada a la regulación del estado de ánimo, la vigilia y el apetito, entre otras funciones.

Por otra parte, una sustancia llamada melatonina producida por el mismo cerebro, y que se encarga de la regulación del ciclo sueño, vigilia en base al ritmo de luz y oscuridad que provee el ambiente, actúa como un marcapaso que le avisa a nuestro cuerpo, cuándo es de día y cuándo es de noche y a su vez este ritmo también está ligado a la regulación del estado de ánimo. Por lo que los cambios en el ciclo de luz y oscuridad, propios de la época invernal, suelen modificar también el estado de ánimo, siendo común una baja en el estado de ánimo al ser más corto el periodo de exposición a la luz, y que puede o no, acentuar o desencadenar un trastorno depresivo.

Por ello, lo que comúnmente se conoce como “depresión invernal”, en algunos casos podría tratarse de un padecimiento francamente depresivo (Trastorno Depresivo Mayor) y no estar ligado a la época invernal. Este padecimiento está relacionado con una disminución de los niveles de serotonina y noradrenalina en el cerebro, y no con una determinada época del año como relación causal directa.

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Demasiado pronto para un smartphone: advierten sobre graves efectos en la salud mental de menores de 13 años

Un estudio global reciente ha encendido las alarmas sobre el impacto negativo de los smartphones en la salud mental de niños menores de 13 años. La investigación, publicada en el Journal of the Human Development and Capabilities, analizó respuestas autodeclaradas de casi 2 millones de personas en 163 países y encontró que cuanto antes un menor accede a un teléfono inteligente, más probabilidades hay de que experimente efectos perjudiciales.

Entre los hallazgos más preocupantes están el aumento de pensamientos suicidas, dificultades en la regulación emocional, baja autoestima y desconexión con la realidad. Los efectos fueron especialmente marcados en niñas.

“El uso temprano del smartphone suele implicar acceso prematuro a redes sociales, lo que a su vez puede desencadenar acoso digital, alteraciones del sueño y deterioro de las relaciones familiares”, explicó Tara Thiagarajan, autora principal del estudio y fundadora de la organización sin fines de lucro Sapien Labs, encargada del levantamiento de datos.

Un llamado urgente a la acción global

La contundencia de los resultados llevó a los investigadores a proponer restricciones internacionales que limiten el uso de smartphones y redes sociales a menores de 13 años. “Se requiere una acción inmediata y global para proteger a los niños de entornos digitales que aún no están preparados para gestionar con madurez”, afirmó Thiagarajan.

El estudio no solo se centró en indicadores comunes como ansiedad o depresión, sino que analizó aspectos menos explorados como la autoimagen y la capacidad de gestionar emociones, revelando una correlación directa entre el uso temprano de dispositivos y el deterioro del bienestar psicológico.

¿Qué pueden hacer los padres?

Expertos como Melissa Greenberg, psicóloga clínica del Princeton Psychotherapy Center, recomiendan iniciar conversaciones comunitarias entre padres para acordar de manera conjunta retrasar la entrega de teléfonos inteligentes a sus hijos. Iniciativas como “Wait Until 8th” («Espera hasta el 8vo grado» – Equivalente a 2do de Secundaria) permiten a las familias comprometerse colectivamente a posponer la entrega de dispositivos hasta después de los 13 años.

Asimismo, sugiere buscar escuelas con políticas estrictas sobre el uso de smartphones en campus o exigir cambios en los reglamentos escolares. Thiagarajan advierte que los padres no pueden enfrentar este problema solos: “Incluso si prohíbo a mis hijas usar redes sociales, estarán expuestas a ellas a través de otros niños en la escuela o eventos extracurriculares. Es un asunto social, no solo familiar”.

¿Y si ya tienen un teléfono?

Greenberg aconseja no caer en el pánico. “Si ya le diste un smartphone a tu hijo, puedes ajustar el rumbo”, asegura. Recomienda establecer controles parentales, desinstalar ciertas apps, cambiar a un teléfono básico o simplemente limitar el uso.

Para aquellos padres que enfrentan resistencia, sugiere esta frase:
“Cuando te dimos tu teléfono, no sabíamos todo lo que ahora sabemos sobre cómo podría afectarte. Los científicos están aprendiendo más cada día, y queremos hacer lo mejor para ti”.

Aceptar que también los adultos luchan contra el uso excesivo del celular puede ayudar a los menores a comprender que es una dificultad compartida.

Un punto de inflexión para la crianza

Investigadores como el psicólogo social Jonathan Haidt, autor del libro “The Anxious Generation”, coinciden en que retrasar el acceso a redes sociales hasta los 16 años es una de las mejores decisiones que pueden tomar los padres hoy.

La evidencia es clara: dar un smartphone a un niño antes de los 13 puede tener consecuencias serias y duraderas. En un mundo cada vez más digitalizado, tal vez la verdadera rebeldía —y protección— esté en apagar el teléfono.

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