La catedral de San Gil albergó este lunes la primera misa de despedida en presencia de los restos de la difunta reina de Inglaterra, en donde participó el rey Carlos III y Liz Truss
La catedral de San Gil, en Edimburgo, albergó este lunes la primera misa de despedida en presencia de los restos de la difunta reina de Inglaterra, Isabel II,precedida de un simbólico cortejo fúnebre en el que participó el rey Carlos III.
El féretro ppartido del palacio de Holyrood acompañado por los cuatro hijos de Isabel II. Miles de personas se reunieron en los laterales de la calle para ver el paso del cortejo, apenas interrumpido por los gritos de ‘Dios salve a la reina’.
Dentro ya de la catedral, sobre el ataúd, que ya portaba el estandarte real de Escocia, el duque de Hamilton, Alexander Douglas-Hamilton, depositó la corona correspondiente a este territorio en señal de respeto. La corona se exhibe habitualmente en el Castillo de Edimburgo.
La misa contó entre sus asistentes con la primera ministra británica, Liz Truss, y también con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, que subióa leer un pasaje de la Biblia. Durante el acto también se pudo escuchar el himno religioso favorito de Isabel II.
El reverendo Calum I MacLeod destacó durante el acto la “vida de servicio” de Isabel II y describió como “legendario” su amor por Escocia, según la cadena BBC.
El himno británico, ahora adaptado en homenaje al nuevo rey, sirvió de cierre a la misa, tras la cual la Familia Realabandonó la catedral para dejar paso a la capilla que se habilitó en el mismo templo para que los ciudadanosescocesespuedan darle un último adiós a la fallecida monarca.
La vigilia concluirá el martes con eltraslado del féretro a Londres,inicialmente al Palacio de Buckingham, y ya el miércoles arrancará un nuevo cortejo hacia Westminster, escenario de la principal capilla. El funeral de Estadoestá previsto para el próximo lunes.
El público juarense disfrutó del monólogo “La vida inútil de Pito Pérez”, una de las propuestas teatrales más esperadas dentro de la edición 28 del Festival de la Ciudad, que se realizó en el Museo de Arqueología e Historia de El Chamizal (MAHCH).
La actividad se llevó a cabo con acceso gratuito y formó parte de las celebraciones por los 366 años de la fundación de Ciudad Juárez.
La puesta en escena ofreció una interpretación profunda y mordaz del mítico personaje creado por José Rubén Romero, llevando al escenario un retrato crítico y, al mismo tiempo, entrañable del México que se debate entre la ironía, la injusticia social y la belleza de la filosofía callejera.
La adaptación y dirección, a cargo de Luis Castañeda, permitió al público adentrarse en el universo de un personaje vagabundo que observa con lucidez a la sociedad y sus contradicciones. Su lectura teatral enlazó el lirismo de la obra original con un montaje contemporáneo y cercano para los asistentes.
Sobre el escenario, la interpretación de Hugo Caro destacó por su intensidad y desarrollo emocional del protagonista.
El actor cuenta con participaciones en el documental La Farsa, el cortometraje Yo sé que puedo y colaboraciones en el programa Caso Cerrado, mientras que Castañeda ha impulsado iniciativas culturales como el “Tercer Festival de Teatro de 24 Horas” en El Paso, además de talleres de creación literaria y cinematografía.
El IPACULT destacó que la obra fue dirigida especialmente a mayores de 14 años y representó una oportunidad para vincular el patrimonio cultural y el teatro, aprovechando el recinto como marco para una historia que dialoga con la identidad mexicana.
Con la presentación del monólogo, el Gobierno Municipal y el Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez fortalecieron su compromiso con la preservación del patrimonio artístico, acercando a la comunidad a una de las narraciones más emblemáticas de la literatura nacional, ahora reinterpretada desde la frontera norte.