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Salud y Bienestar

Destaca especialista la importancia de los primeros auxilios

En el marco del Día Internacional de los Primeros Auxilios, a celebrarse este 12 de septiembre, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua destaca la importancia de tener los conocimientos básicos para atender una situación de emergencia.

El director del Hospital General de Zona (HGZ) No.11 en Delicias, doctor Miguel Ángel Arrendondo Vizcarra, especialista en medicina de urgencias médicas y quirúrgicas, manifestó que es recomendable que la ciudadanía sepa auxiliar a una persona que sufre algún tipo de accidente, hasta la llegada de un médico, paramédico o profesional de la salud.

Puntualizó que ante cualquier emergencia, se debe evitar el pánico, mantener la calma y si está acompañado, pedir que llamen a los números de emergencia, con lo que se cumple con el principio de pedir ayuda profesional.

Arredondo Vizcarra resaltó que en un accidente, quien va a brindar la primera atención debe de asegurarse de no estar en riesgo; es decir se debe de revisar que la zona sea segura.

Indicó que al solicitar los servicios de emergencia, se debe procurar dar los siguientes datos:

• La ubicación del lugar donde se encuentra la víctima
• Tipo de urgencia que está experimentando
• El tipo de ayuda que se está proporcionando
• Si el paciente contesta, respira y tiene pulso.
• Si está alerta, despierto y habla.
• Tiene dolor, está inconsciente o no responde.

“En este día internacional de los Primeros Auxilios se invita a la población a que tome algún curso básico en las diferentes plataformas virtuales, ya que estamos en tiempo de aprender desde casa”, dijo el especialista.

Finalmente manifestó que en caso de requerir atención médica a causa de accidentes, se debe acudir a las áreas de urgencias o a los Módulos de Medicina Continua, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar (UMF).

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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