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Salud y Bienestar

Diabetes en el embarazo es más frecuente en mexicanas

La diabetes gestacional –tipo de diabetes que se presenta en el embarazo- es más frecuente en las mexicanas que entre otras mujeres latinas. En el listado, sólo son precedidas por las puertorriqueñas, condición que se atribuye a varios factores, entre ellos la genética y la obesidad, señaló José Manuel Segura Zavala, especialista del Hospital de Ginecobstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

“En la diabetes gestacional se considera un factor muy importante la cuestión de la raza, porque la genética tiene un peso preponderante. La mujer latina es la raza más predispuesta a tenerla. Se considera que en esta población el riesgo de padecerla es de un 10 a un 20 por ciento del total de los embarazos”, comentó. Y entre los latinos “solamente las puertorriqueñas nos ganan (a las mexicanas)”.

Además, dijo que la obesidad es otro factor de riesgo. Y en México, 70 por ciento de las mujeres mayores de 20 años tiene sobrepeso o es obesa, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud.

Durante la gestación, la mujer debe ganar de nueve a doce kilos. “De subir mucho en el primer trimestre, tendrá 50 por ciento más de probabilidades de presentar esta enfermedad”, apuntó el especialista.

La diabetes gestacional es la intolerancia a la glucosa que se adquiere por efectos hormonales propios del embarazo. “Sobre todo las hormonas que produce la placenta provocan que la glucosa no se introduzca a las células pues disminuye la producción de la insulina”, explicó el médico, tras agregar que esta enfermedad desaparece en el 90 por ciento de los casos después del parto, mientras que el porcentaje restante “queda ya diabética… es mucho”.

El médico del IMSS destacó que este tipo de diabetes aumenta el riesgo de complicaciones para la madre y para el bebé. En principio, se incrementa la posibilidad de que la mujer –que se encuentra entre 25 y 35 años de edad generalmente- desarrolle diabetes en un futuro.

La norma internacional establece que a toda mujer embarazada se le debe practicar un examen de glucosa en el segundo trimestre de gestación (semana 24 a la 28), pero “debido a que nuestra  población es pre-disponente la recomendación es que en el primer contacto con el ginecólogo se empiece a buscar la diabetes gestacional”, dijo.

Segura agregó que el trastorno no causa síntomas, por lo cual se puede creer que todo va bien, de ahí la importancia de la búsqueda intencionada. “La única manera de detectarla es con un test gestacional”, mencionó. Un tamiz muy sencillo, y después un examen de tolerancia a la glucosa para diagnosticarla.

El 85 por ciento de las mujeres con diagnóstico confirmado se tratan con dieta, aseguró. “Como el fundamento es la falta de producción de insulina por parte del páncreas, o la adecuación de esta insulina, el manejo medicamentoso no es con fármacos anti-glucosa sino con insulina, con la ventaja de que al ser una molécula grande no atraviesa la barrera placentaria y por tanto el bebé no sale afectado”, sostuvo.

Por el contrario, de no controlarla el riesgo para el bebé es que al estar recibiendo un aporte excesivo por parte de la madre, su metabolismo lo va llevar a tener un peso elevado (macrosomía) es decir, por encima de cuatro kilos, lo que supone riesgos en el parto por su gran tamaño (lo ideal es inducir una cesárea). “Al principio van a tener un problema de hipoglucemia”.

“Hay estudios de largo plazo que han reportado mayor obesidad en la infancia e hipertensión a edades tempranas. El famoso síndrome metabólico es más frecuente en los niños de mamás con diabetes gestacional”, enumeró el especialista.

En cuanto otros riesgos de la diabetes gestacional para la madre, destacan los problemas al momento del parto: desgarros, necesidad de practicar una episiotomía, incontinencia urinaria, prolapso de órganos genitales; también se asocia a hipotiroidismo, preclampsia y la hipertensión.

La mujer con diabetes

Otra entidad diferente a la gestacional es la diabetes que ya padece la mujer previamente al embarazo (tipo 1 o tipo 2). En algunos países, incluso está contraindicado embarazarse y es causa legal de aborto, bajo el fundamento de que la gestación en nueve meses aumentará las complicaciones que causaría la enfermedad por sí sola en cinco años, refirió Segura. No en México. Incluso en el IMSS existe la consulta preconcepcional para apoyar a la mujer diabética en el control de glucosa y que tenga menos complicaciones si quiere  embarazarse.

Diabetes gestacional

 

Predisposición genética

50% de las mujeres latinas tienen riesgo de padecer diabetes o intolerancia a la insulina en algún momento de su vida, para la población anglosajona el riesgo es de 30%

Entre las latinas, las mujeres de origen puertorriqueño tienen  el índice más alto de diabetes, de 12.6%, seguidas de las mexicanas con 11.9% y las cubanas con 8.2%.

Síntomas

La diabetes gestacional no da ningún síntoma

Prevención

Practicar a todas las mujeres embarazadas una prueba de tolerancia a la glucosa

Tratamiento

85% con dieta, el resto también con insulina

 

Fuente: Dr. José Manuel Segura, IMSS Jalisco/Academia Americana de Diabetes. Milenio.

Salud y Bienestar

Declaran al talco como probablemente cancerígeno para los humanos

La Organización Mundial de la Salud (OMS)clasificó al talco como “probablemente cancerígeno” para los humanos, de acuerdo con un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, dependiente de ese organismo internacional, (CIRC/IARC) que fue publicado en la revista The Lancet Oncology.

En el mismo informe se incluyó al acrilonitrilo —un compuesto orgánico que se utiliza principalmente en textiles y plásticos— al que clasificó como “cancerígeno”.

El talco, un mineral natural extraído en diversas regiones del mundo, ha sido asociado con un riesgo aumentado de cáncer de ovario en estudios parciales en seres humanos y pruebas suficientes en animales de laboratorio. La exposición al talco se da principalmente en entornos laborales durante su extracción, molienda o procesamiento, así como en la fabricación de productos que lo contienen.

Para la población en general, el uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco representa la principal fuente de exposición. Sin embargo, no se puede descartar la posible contaminación del talco con amianto —un producto calificado como cancerígeno— en varios estudios humanos.

Por este motivo, los expertos no descartan ciertos sesgos en los estudios que han mostrado un aumento en la incidencia de cáncer.

En un comunicado de prensa, la OMS informó respecto de la evaluación realizada sobre el talco: “Después de revisar exhaustivamente la literatura científica disponible, el grupo de trabajo de 29 expertos internacionalesclasificó el talco como probablemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo 2A) basándose en una combinación de pruebas limitadas para el cáncer en humanos (para el cáncer de ovario), evidencia suficiente para el cáncer en animales de experimentación y fuertes evidencia mecanicista de que el talco exhibe características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales”.

La OMS clasifica al talco como "probablemente cancerígeno" para los humanos
La OMS clasifica al talco como «probablemente cancerígeno» para los humanos

Aclaró, seguidamente, que “la clasificación del Grupo 2A es el segundo nivel más alto de certeza de que una sustancia puede causar cáncer”.

De esta forma, los expertos señalaron que “hubo numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos que informan sobre el uso de talcos corporales en la región perineal. Aunque la evaluación se centró en el talco sin contener amianto, la contaminación del talco con amianto no pudo excluirse en la mayoría de los estudios de humanos expuestos”.

El informe también menciona que en junio, la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson (J&J) llegó a un acuerdo con la justicia de 42 estados en Estados Unidos en un caso relacionado con el talco, acusado de causar cánceres. A pesar de ello, una síntesis de estudios publicada en enero de 2020, basada en 250.000 mujeres en Estados Unidos, no encontró un vínculo estadístico entre el uso de talco en las partes genitales y el riesgo de cáncer de ovario.

En la década de 1970, surgió preocupación por la contaminación del talco con amianto, un mineral a menudo encontrado cerca de las fuentes de talco. Subsecuentes estudios indicaron un mayor riesgo de cáncer de ovario en las usuarias de talco.

La OMS advirtió que “también se observó cáncer de ovario en estudios que analizaban la exposición ocupacional de mujeres expuestas al talco en el industria de la celulosa y el papel. Sin embargo, no se puede excluir la confusión por la coexposición al asbesto. El aumento de la tasa se basó en un pequeño número de cánceres de ovario en esos estudios ocupacionales”.

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