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Opinión

Diseñando el bienestar mundial. Por Itali Heide

El polvo se asienta tras la frenética semana de alto nivel de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas. En un mundo que se ha vuelto «desenfrenado», cada vez más desigual y fuera de rumbo, se inauguró la asamblea llamando a reformas institucionales multilaterales que satisfagan las necesidades actuales del mundo. Hubo algún progreso, con renovados compromisos en la Cumbre de los ODS 2023 y las Reuniones de Alto Nivel sobre cobertura sanitaria universal, tuberculosis y preparación y respuesta ante pandemias (PPR). La pregunta que queda es: ¿el mundo responsabilizará a los líderes por estos compromisos?

Itali Heide

Itali Heide

Medical IMPACT, bajo la dirección del Dr. Giorgio Franyuti, ha desempeñado un papel destacado en la creación de un impacto tangible en este evento monumental. Dr. Franyuti compartió cómo la participación de Medical IMPACT en la ONU no fue un acontecimiento fortuito, sino el resultado de cinco años de trabajo incansable en la incidencia política global.

Esta labor, en estrecha colaboración con las misiones permanentes de la ONU en países latinoamericanos, ha creado una relación sólida, permitiendo a la organización abordar temas cruciales como la tuberculosis, el VIH y la resistencia antimicrobiana: “En esta asamblea se llevaron a cabo las tres reuniones de alto nivel para poder hacer 51 modificaciones a las tres declaraciones políticas”

Las reuniones de alto nivel abordaron temas cruciales, destacando la importancia de prepararse para la vacuna de tuberculosis, la cobertura sanitaria universal en un mundo post-covid, la experiencia inclusiva y respetada de las mujeres trabajadoras de la salud, el pago digno y las condiciones laborales óptimas. Una iniciativa notable que surgió fue el Fondo Pandémico Global, una respuesta a las pandemias similares a los fondos existentes para la tuberculosis, malaria y VIH.

La participación de Medical IMPACT, en colaboración con The People’s Vaccine Alliance, en las discusiones de alto nivel no es simplemente una contribución aislada. Es un testimonio del papel esencial que desempeñan las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil en la configuración de políticas y la implementación de soluciones globales.

Dr. Franyuti enfatiza la necesidad de un enfoque intersectorial y multiactor: “Reconocen los Estados Miembros que no es suficiente el trabajo que hacen los gobiernos y que necesitan trabajar con actores del sector privado, el sector social y de la academia para resolver estos temas complejos.”

La participación de Medical IMPACT y The People’s Vaccine Alliance en la Semana de Alto Nivel de la ONU 2023 no es solo una representación de sus logros pasados, sino un compromiso sólido hacia un futuro pandémicamente resiliente. La organización continúa liderando la carga en la lucha contra enfermedades cruciales, promoviendo la colaboración global y recordándonos que la salud de nuestro mundo depende de la acción concertada de todos.

Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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