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Revista

Doug Martin pierde el torneo por el cual terminó su relación con Yanet García

Doug ‘FaZe Censor’ Martin, jugador profesional de Call of Duty quien causara polémica hace unas semanas tras anunciar su separación con Yanet García la presentadora del clima de Hoy, utilizó las redes sociales para anunciar su derrota en el campeonato mundial de CoD, competencia por la cual decidió prepararse seriamente y tomar la decisión de su ruptura amorosa.

Complexity, el equipo al cual pertenece Censor, logró pasar de las rondas clasificatorias al posicionarse como el segundo lugar de su grupo. Sin embargo, su buena suerte se terminó en su primera duelo de eliminación perdiendo frente a la escuadra británica de UNILAD.

Censor acudió a las redes sociales para mostrar su pesar ante el mal desempeño de su equipo, aunque se mostró decidido a dar lo mejor de sí para volver el año entrante. De igual manera, aprovechó para mencionar que no quiere a Yanet de vuelta en su vida, incluso, pidió a sus seguidores (y haters) que dejen de burlarse y mandarle memes sobre la situación.

“Vine este año y dije que seríamos campeones. Me siento mal. En verdad pensé que nuestro equipo podría lograrlo. Y no, no quiero a Yanet de regreso, por favor deténganse con los memes. Soy un gamer y ganaré el campeonato en Black Ops 4? escribió el jugador en sus redes sociales.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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