El gobernador tuvo tiempo para los vendedores ambulantes, quienes quisieron encararlo, y lo hicieron. Fue durante de las audiencias públicas cuando le expusieron a Duarte su problemática.
A este no lo trataron como a Quezada y la respuesta del mandatario fue conciliadora pero firme. No van a volver al primer cuadro de la ciudad, eso es un hecho, pero si los ambulantes son listos, pueden llevarse un premio de consolación, mejor por las buenas, ¿no?
Pero de quien no ha recibido buen trato el mandatario es de los grupos criminales, y no es para menos. A nadie sorprendió que Duarte reconociera haber recibido amenazas, ¿qué gobernador no las ha recibido? Y mucho menos en Chihuahua, donde ha tenido una gran contundencia contra el crimen, los resultados están ahí, y aunque la situación aún es grave, parece que la estrategia tiene más aciertos que errores.
Pero sigamos hablando del frío que puede afectar neuronas, quizá las de Maurilio Ochoa, presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, quien tuvo la ocurrencia de amenazar con multas de 6,500 pesos a quien no repare sus fugas de agua, y no es broma, el Día de los Inocentes pasó hace mucho.
Ochoa puede con esto levantar puntos en las encuestas, pero a favor de sus adversarios, además de ser ilegal, pues, ¿cree que se pueden poner multas porque sí? Imagine usted a una familia en aprietos, con fugas, y sin un peso para repararlas. Llegan los de la JMAS y en vez de apoyar, ¡téngale! Su multón, peor que al más vil delincuente.
Dice Ochoa que las familias pobres no recibirán la multa. Ahí se le olvida, si es que lo conoce, el principio de proporcionalidad, pues no puedes distinguir entre ciudadanos pobres y ricos, pero mucho menos, criminalizar la pobreza. Te manchaste Maurilio.
Otras a quienes no perdona la heladera es a las seis madres de jóvenes desaparecidas, quienes pese a las temperaturas antárticas, recorren día a día la carretera desde Juárez a Chihuahua, en busca de la justicia que no les ha llegado.
Esto es un sacudidón y a escala global para el fiscal Carlos Manuel Salas, que aspira fuerte a la alcaldía de Juárez. La fotografía ya le dio la vuelta al mundo, y recordemos que los errores siempre tienen mucho más eco que los aciertos, así que, a resolver esto, pues podría voltear la tortilla y hasta sacarle ventaja a la situación.
Y es que hay malpensados que creen que podría haber “priístas comprometidos” apoyando a este grupo de madres. Hay incluso herejes que se atreven a señalar a Enrique Serrano como la mano que mece la cuna, y sustentan sus despiadadas acusaciones en experiencias como el retraso del crédito de movilidad urbana para Juárez, pues dicen que fue con saña. ¿Verdad que no, Enrique?
Pasando al PAN, parece que se llevará un empellón más con el nuevo partido de Manuel Espino, que podría recoger algo de militancia en Chihuahua, básicamente, porque en aquel partido tienen esperanza de ser candidatos, y en el PAN no.
Con la ausencia de fuerza, los panistas sólo servirán para encumbrar proyectos poquiteros, que involucren a pocos y beneficien a menos. Así no juego, dicen muchos. Juan Blanco y lo que le queda de capital político podrían irse a este bando, en oposición a Cruz Pérez Cuellar y Carlos Borruel, quienes irán de pluris por el PAN, ¿o lo duda?
Quien sí alcanzó un pedacito de amor fue Pedro González Russek, quien tras ser desechado por el Partido Nueva Alianza, halló un espacio en el organismo viviendero que encabeza Ricardo Yáñez, quien pocas veces se olvida de los cuates, dicen.
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