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Él es el policía que venció en lagartijas a instructor de gym

Un accidente en motocicleta dejó al agente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Eduardo Ramírez Lemus en estado de coma durante seis días. Lo tuvieron que operar en 27 ocasiones para salvarle la vida.

El día en que cumplía 21 años le amputaron una pierna… sin embargo, ahora, siete años después, ese joven es un ejemplo en la policía: imparte acondicionamiento físico a sus compañeros, da pláticas motivacionales, es director de área y ha sido parte del equipo de atletas paralímpicos que representa a México.

Pablo Eduardo Ramírez Lemus tiene 28 años de edad, es el agente 915448 de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.

Siempre fue apasionado de la velocidad y de las motos. Por eso cuando cumplió 20 años entró al equipo de motopatrulleros de la corporación. Una tarde de agosto de 2012, al regresar a su casa, se accidentó. Un auto lo golpeó en su moto y él ya no supo qué más pasó.

Paramédicos y grupos de rescate lo levantaron y lo llevaron a un hospital. Su moto se partió a la mitad. Cuando él despertó ya estaba hospitalizado, conectado a decenas de cables.

Al principio todo parecía ir bien. En el hospital de Traumatología de Lomas Verdes lo atendieron y le colocaron algunos aparatos. Sin embargo, después las cosas se complicaron y él cayó en coma.

“Si usted es religioso ruéguele a Dios por su vida, porque ya no hay nada qué hacer. Tiene la arteria femoral muy lastimada Y está desangrándose. Le haremos una transfusión a ver si la acepta. Por el tiempo que estuvo en coma puede morir y pues ya habría que desconectarlo”, le dijeron los médicos a su padre.

Pero su cuerpo resistió esa trasfusión. Durante seis meses, Pablo Eduardo estuvo en diferentes hospitales luchando por su vida.

El 29 de noviembre, era su cumpleaños. Y ese día los médicos le dieron la noticia: si quería vivir, debían amputarle la pierna izquierda.

“Yo les dije: lo que quiero es vivir y ya irme de aquí”, recuerda ahora. Y sigue: “lo vi como un desafío para darme cuenta de lo que era capaz… y yo soy capaz de enfrentar esto y seguir”.

Primero en muletas y sin pierna. Así fue como regresó a trabajar a su cuartel de la policía.

Desde el Estado de México hasta el Centro histórico a diario subía a dos camiones, luego al Metro y finalmente caminaba para llegar a su trabajo.

Al poco tiempo el Consejo Ciudadano y la Secretaría de Seguridad Pública lo ayudaron a comprar una prótesis. Poco a poco aprendió a usarla, a acostumbrarse a ella.

Cuando no está trabajando, está entrenando, dando pláticas a los agentes de la SSC o acondicionamiento físico a sus compañeros.

“En mi rehabilitación aprendí muchas cosas y ahora trato de compartirlas con todos mis compañeros”, cuenta el agente policiaco.

Pablo Eduardo Ramírez Lemus entrena a diario para correr. Tiene ya una prótesis especial para ello. Se sabe a la perfección los tiempos de velocidad de los atletas paralímpicos a nivel mundial y trabaja para llegar a alcanzarlos.

Pablo ahora forma parte de las filas de la Policía de Tránsito. Este viernes trabajaba en el Zócalo cuando un grupo de deportistas se presentó en la zona para pedir que se reabran los gimnasios. Uno de ellos lo retó a una serie de lagartijas y… ¡Pablo ganó!

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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