Conecta con nosotros

México

El Escuadrón 421: ¿quiénes forman la delegación del Ejército Zapatista que zarpa en la histórica ‘Travesía por la vida’ rumbo a Europa?

Siete tripulantes se ofrecieron como voluntarios: cuatro mujeres, dos varones y una persona trans. Es decir, el Escuadrón 421. Tienen entre 19 y 57 años. Nacieron en comunidades indígenas del sureste mexicano. Hablan sus propias lenguas y también el castellano. Les gusta todo tipo de música: desde el pop y el rap hasta las rancheras y las cumbias. Militan en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Y su experiencia marítima es prácticamente nula.

Este es el perfil de las y los siete zapatistas que este lunes iniciarán un largo periplo en un barco pesquero bautizado como «La montaña», que los llevará del puerto de Isla Mujeres, en el Caribe, hacia las costas de Vigo, en Galicia, España, en donde comenzarán la gira «Travesía por la vida» con la que recorrerán 27 países durante cuatro meses.

La meta es arribar a las costas españolas a mediados de julio. La primera en desembarcar será Marijose, una indígena tojolobal trans de 39 años que, en cuanto pise tierra, dirá: La invasión ha comenzado». Es toda una declaración de principios, porque la delegación está formada en su mayoría por mujeres para mandar un mensaje feminista y por la diversidad de género.

Así demuestran que no fueron en balde los dos encuentros internacionales de Mujeres que Luchan, que fueron organizados por las zapatistas en 2019 y en 2020 en su territorio en Chiapas, hasta donde llegaron miles de activistas de decenas de países para discutir sobre esta revolución de géneros que recorre el globo y que pelea para demostrar que otro mundo es posible.

El zapatismo, el movimiento político nacido como guerrilla en 1994, y que casi tres décadas después demuestra la importancia, la vigencia y la complementariedad de las luchas sociales, abraza en esta inédita gira a los feminismos y a las diversidades, incluso con la transformación de las palabras. Por eso, en sus comunicados no usan el «todos y todas», «todxs» ni «todes», las alternativas más esparcidas para cambiar el masculino que falsamente incluye al resto de los géneros.

El lenguaje inclusivo sigue en construcción, como lo demuestran las y los zapatistas en los comunicados en los que explican los pormenores del viaje y hablan de «tod@s» o «todoas». O de «unoa que es otroa», en referencia a Marijose.

En uno de sus escritos, el subcomandante Galeano, el exsubcomandante Marcos que, con su prosa y carisma se convirtió en un ícono mundial que hoy prefiere resguardarse en un segundo plano, presentó a la tripulación que a partir de ahora ya se conoce como el Escuadrón 421.

Música y colores

La más joven de la tripulación es Lupita, una zapatista tzotzil que a sus 19 años ya ha sido coordinadora local y regional de jóvenes y que administra trabajos colectivos. Sus colores preferidos son el negro, rojo, guinda y café, y su música favorita es absolutamente ecléctica: pop, románticas, cumbias, baladas, electrónica, rap, hip hop, música andina, música china, revolucionarias, clásicas, rock de los 80, mariachis, música tradicional de su pueblo… y el reguetón, lo que mereció un irónico comentario del Subcomandante Galeano: «Si eso no es ‘un mundo donde quepan muchos mundos’, no sé qué lo sea».

Al igual que el resto de la tripulación, Lupita se ofreció como voluntaria para viajar por mar a Europa, y se preparó durante seis meses para enfrentar esta aventura que volverá a hacer sonar las voces y principios zapatistas en decenas de países.

Carolina es una tzetzal de la selva Lacandona, que ha coordinado el grupo «Como mujeres que somos» y ha estudiado cursos de veterinaria, pero hoy ya es comandanta en la dirección político-organizativa zapatista. Tiene 26 años y es madre soltera de una niña de seis. Su madre la ayuda a cuidarla. Le gustan los colores crema, negro y guinda y la música pop, romántica, cumbias, rock de los 80, grupera y revolucionaria.

La tercera tripulante es Ximena, una indígena cho’ol de 25 años que será la segunda al mando de esta expedición. Al igual que Carolina, ella es comandanta en la dirección político-organizativa zapatista. Y, también, madre soltera de una niña de seis años. Disfruta la música tropical, las cumbias, las románticas, las revolucionarias, el rock de los 80, la electrónica y las rancheras. Sus colores favoritos son el morado, negro y rojo.

Lupita, Carolina y Ximena solo recuerdan haber viajado alguna vez en lancha. Esa es toda su experiencia marítima previa al viaje que cruzará el Atlántico.

Por último está Yuli, una tzetal de  37 años que cumplirá 38 en mayo, cuando «La montaña» ya esté en altamar. Es madre de una niña de 12 y un niño de seis que, durante el viaje, quedarán a cargo del padre, con quien, según reseña el subcomandante Galeano, «se quieren, pelean y se vuelven a querer en castilla». Ella, que ha sido promotora y formadora de educación en las comunidades zapatistas, prefiere el negro, café y rojo, y escucha románticas, gruperas, cumbia, vallenato, revolucionarias, tropical, pop, marimba, rancheras y rock de los 80.

A diferencia de sus compañeras, ni siquiera se ha subido antes a una lancha, pero eso no la amilanó para sumarse a la expedición.

Experiencia y diversidad

Hasta ahí, las cuatro mujeres. Luego viene Bernal, el tripulante de mayor edad, un tojolobal de 57 años, padre de 11 hijos de entre seis y 30 años. Ya tiene una vasta trayectoria en las comunidades, pues ha sido miliciano, responsable local, maestro de la escuelita zapatista y miembro de la Junta de Buen Gobierno de las municipios autónomos del EZLN. Le gustan las rancheras, las cumbias, el huichol musical, la marimba y las canciones revolucionarias. En colores, opta por azul, negro, gris y café.

El coordinador de la delegación es Darío, un cho’ol de 47 años padre de tres hijos de entre nueve y 22 años que ha sido miliciano, responsable local y regional. Hoy es Comandante en la dirección política-organizativa zapatista. Le gusta escuchar rancheras, tropicales, marimba, música regional y revolucionaria y se queda solo con el negro y el gris como colores favoritos.

Además de la lucha y el mensaje que llevará a Europa junto con el resto de la tripulación, un aliciente para Darío es que sus dos hijos menores, una niña y un niño, lo alcanzarán allá gracias a que en julio viajarán en avión con su madre, al igual que el resto de la comitiva del EZLN que se unirá a la gira.

El equipo se completa con Marijose, la «unoa que es otroa», una tojolobal trans de 39 años que ha sido «milicianoa, promotoroa de salud, promotoroa de educación, y formadoroa de educación». Disfruta las cumbias, románticas, rancheras, pop, electrónica, rock de los 80, marimba y revolucionarias. En cuestión de colores, elige negro, azul y rojo.

Ella y Bernal pueden presumir el conocimiento marítimo previo más importante de todo el escuadrón, ya que han viajado en lancha y en cayuco, unas embarcaciones de madera que se fabrican haciendo un hueco en el tronco de un árbol. Para este viaje, los zapatistas construyeron y tallaron cuatro, que llevan de reserva en el barco pesquero.

Despedida

El Escuadrón 421 salió de la Selva Lacandona a finales de abril. Fueron despedidos con música de mariachi, aromas de incienso, ceremonias ancestrales y aplausos. Después partieron en una caravana de camionetas rumbo a Quintana Roo.

Aunque portaban los pasamontañas negros que se convirtieron en uno de los principales símbolos del EZLN, ya no llamaban tanto la atención debido a que la pandemia obliga al resto de la ciudadanía a cubrir también sus rostros.

La caravana, en la que también participa el subcomandante Moisés, se trasladó de las montañas del sureste al mar Caribe, con escalas en las que recibió muestras de apoyo de pobladores y de organizaciones mexicanas, pero también la presión de las fuerzas de Seguridad que en varios tramos les pidieron sus documentos.

El miércoles pasado llegaron a Yucatán, después de pasar por Campeche, y el viernes al destino final: el puerto de Isla Mujeres, en donde permanecieron hasta hoy para iniciar la gira europea que, si logran desembarcar, culminará en octubre, y en la que compartirán experiencias de lucha con cientos de organizaciones sociales.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto