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Opinión

EL GABINETAZO Por Luis Villegas

A unos minutos de que se desvele el gran misterio, me atrevo a pergeñar estas líneas de urgencia, solo para dar testimonio de mis puntos de vista respecto de la integración del gabinete del futuro Primer Mandatario de este país, Enrique Peña Nieto.

 

Quizá donde mayor incertidumbre se ha generado, es en el caso de la Secretaría de Gobernación; por razones de amistad, de cercanía o de experiencia, los nombres que se han barajado para ocuparla van de Pedro Joaquín Coldwell y Jesús Murillo Karam -experimentados e instituciones- a Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, íntimos del próximo Presidente de México. Otro tanto se puede decir de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuyos titulares, se especula, podrían ser José Antonio Meade o Luis Videgaray. Sin que se descarte, en el caso de este último, un puesto ad hoc en una especie de “Supersecretaría”: Jefatura del Gabinete. Además de Gobernación, a Jesús Murillo Karam se le ubica en la Procuraduría General de la República; y a Pedro Joaquín Coldwell, en la Secretaria de Energía.

 

En una de las secretarías más importantes, como es la de SEDESOL -por su elevado presupuesto en acciones de contenido social, así como el grado de interacción con la sociedad y los grupos más vulnerables- figuran los nombres del propio Miguel Osorio Chong e incluso el de Rosario Robles.

 

A Emilio Lozoya tan pronto lo sitúan en Relaciones Exteriores como en la Comisión Federal de Electricidad (aunque en el caso de esta última también se deja oír el nombre de Alfredo del Mazo) o PEMEX; aunque no falte quien mencione a Alicia Bárcenas como Canciller. En cuanto a Alfonso Navarrete, mientras unos lo ubican como el responsable de la procuración de justicia, peleando por el puesto con Jesús Murillo Karam, otros apuestan porque será el responsable de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Otro nombre que figura en alguna posición clave, es el de Liébano Sáenz a quienes unos lo hacen futuro Secretario de Energía -peleando por el puesto con Pedro Joaquín Coldwell- y otros a cargo de la importante PEMEX. Sin embargo, no falta quienes colocan al mismo Liébano Sáenz a cargo de la Secretaría de Economía, en donde también figuran los nombres de Pedro Noyola e Ildefonso Guajardo Villarreal.

 

En la Secretaría de Turismo, suenan los nombres de dos mujeres: Ivonne Ortega y Claudia Ruiz Massieu; así como los de Jorge Carlos Ramírez Marín, en la Secretaría de la Reforma Agraria (e incluso en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social); Gerardo Ruiz Esparza, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; Ernesto de Lucas Hopkins en deporte; Rafael Pacchiano, a cargo de la política en materia de juventud; Emilio Chuayffet Chemor o Yoloxóchitl Bustamante, en la Secretaría de Educación Pública; Juan José Guerra Abud, como Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales; José Antonio González Anaya, con los destinos del IMSS en sus manos; responsable del enlace Legislativo, Roberto Campa; a cargo del CISEN se oye a: Alfredo Castillo o Eugenio Ímaz; en la Secretaría de Agricultura, a Enrique de la Madrid; en el Infonavit a Alejandro Murat; Manuel Mondragón y Kalb, parece que sería el próximo Subsecretario del Interior; en una “cosa” que sería algo así como una “Coordinación de Gobierno Digital”, Alejandra Lagunes; y Sebastián Lerdo de Tejada, a cargo del Plan Nacional de Desarrollo 2012-2018;

 

Quizá en donde menos motivos de especulación haya es en el área de comunicación social, donde fungirá sin lugar a dudas, se supone, David López.

 

En resumen, ¿quiénes estarán a cargo de los destinos de la República? Sepa Dios; aunque parece indudable que los nombres que van a ocupar puestos clave son el de Pedro Joaquín Coldwell, Jesús Murillo Karam, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.

 

Sin embargo; si por las vísperas se sacan las “témporas”. Detengámonos así sea un instante en algunos de estos nombres; Pedro Joaquín Coldwell, sin ir más  lejos; quien en su larga trayectoria ha sido: Gobernador Constitucional del Estado de Quintana Roo, Director General del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y Secretario de Turismo del Gobierno Federal y, actualmente, líder del PRI a nivel nacional; Joaquín Coldwell no solo ha solapado el caso de su antecesor, Humberto Moreira, acusado de llevarse parte o todo el monto de 33 mil millones de pesos del Erario de Coahuila; sino que del año 2006 a la fecha, parecen haberse olvidado las denuncias de la ex-esposa, del otrora Gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, a quien acusó de haberse enriquecido durante su mandato ”con 600 millones de dólares” 1 (de lo que el actual Presidente electo me imagino no se dio cuenta, pese a ser el Secretario de Administración del Gobernador Montiel).

 

O que decir de Luis Videgaray, quien luego de negar entregas de dinero a través de tarjetas electrónicas, con motivo del pasado proceso electoral fue desmentido por el propio líder de su Partido, quien debió reconocer públicamente que, en efecto, se obtuvieron “7 mil 851 tarjetas de prepago con saldos que suman unos 66 millones 326 mil 300 pesos, ‘destinados al financiamiento de la estructura y organización’ de las elecciones del 1 de julio, a través de un contrato con la empresa Alkino Servicios y Calidad S.A. de C.V.”.2

 

¿Y qué se puede decir si fuera cierto lo de Claudia Ruiz Massieu como Secretaria de Turismo? ¿De veras esté el horno como para esos bollos? ¿No hay un poquito de pudor, aunque sea?

 

Lo que quiero decir es que esta película ya la vi. Entre las viejas y las nuevas “caras”, pareciera que este es el mismo PRI de siempre, el de los De  la Madrid, de los Salinas, de los Zedillo. Lo que sigue es esperar cuántas de las promesas de campaña efectivamente se cumplen y cuánto dura la “Luna de Miel” entre los integrantes del nuevo equipo, antes de calentar motores rumbo a las elecciones del 2018. Tan mal están las cosas que habrá que cifrar nuestras esperanzas en las elecciones de ese año.

 

Luis Villegas Montes.

luvimo6608@gmail.comluvimo66_@hotmail.com

 

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Opinión

El tren. Por Raúl Saucedo

Por las vías de los recuerdos y el futuro

En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”

@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

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