El abogado César de Castro se mostró seguro de que su cliente es inocente al cuestionar que los fiscales no tengan pruebas hasta ahora contra Genaro García Luna
Nueva York.- Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, quien fuera lugarteniente de los Beltrán Leyva y testigo protegido de la PGR, inició este lunes su testimonio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), quien enfrenta un Juicio en Estados Unidos por cinco cargos que incluyen narcotráfico y delincuencia organizada.
“El Grande”, primer testigo que se presenta en la Corte del Distrito Este de Nueva York contra García Luna, acusó al exfuncionario mexicano de recibir sobornos para el Cártel de Sinaloa. Según el testimonio, “lo vio en varias reuniones” porque él era el encargado de entregar los sobornos.
En su mensaje de apertura, el abogado defensor de Genaro García Luna, César de Castro, argumentó que los fiscales del Distrito Este de Nueva York no han demostrado tener pruebas contra su cliente: “No hay videos, no hay correos, no hay documentos, no hay audios, ¿Dónde está el dinero?”, cuestionó.
Las fotos exhibidas en la Corte muestran a García Luna con el expresidente Barack Obama, con la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, con el exprocurador Eric Holmer y con el Senador republicano Lindsey Graham, entre otros.
A pesar de sus afirmaciones sobre la falta de pruebas, De Castro no mencionó que todavía hay evidencia que los fiscales no han mostrado por ser altamente confidencial y que le proporcionarán entre 24 y 36 horas previas, según reglas del Juez Brian Cogan.
¿QUIÉN ES “EL GRANDE”?
Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, es un expolicía federal mexicano que luego se convirtió en lugarteniente de los Beltrán Leyva, pero tras su detención en septiembre de 2010 colaboró como testigo protegido para la entonces Procuraduría General de la República (hoy FGR) y fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2012 por cargos de tráfico de drogas.
Un reportaje del periodista Enrique Ravelo, para Proceso, narra cómo es que “El Grande” inició su carrera delictiva como ladrón de autos en Torreón, Coahuila; más tarde se convirtió en policía y se relacionó con Los Zetas y el Cartel del Golfo, pero al final se incorporó al clan de los Beltrán Leyva, comandado en ese entonces por Arturo y Alfredo Beltrán Leyva, el primero asesinado por elementos de la Marina en 2009 y el segundo detenido en 2008 en Culiacán y extraditado en 2014 a Estados Unidos, donde en 2017 fue sentenciado a cadena perpetua.
Sergio Villarreal Barragán tuvo una meteórica carrera en el narcotráfico que se vino abajo con la fractura entre Joaquín Guzmán Loera y los Beltrán Leyva. Tras una intensa persecución por parte de la Sedena y la Marina, fue detenido en Puebla en 2010 y en su faceta de testigo protegido y delator para la PGR narró parte de su rol como ejecutor de “traidores” al clan para el que servía.