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Resto del mundo

El jefe del Pentágono advierte de que la próxima gran guerra será «muy diferente»

Washington tiene que prepararse ante un posible conflicto futuro que, en caso de estallar, no se parecerá en nada a «las viejas guerras», según advirtió el viernes el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, que subrayó la necesidad de que la defensa estadounidense asuma una «nueva visión».

En su primer gran discurso político, pronunciado con motivo de su visita al Comando del Pacífico de EE.UU. en Pearl Harbor, Hawái, el secretario de Defensa aseguró que «la forma en la que combatiremos en la próxima gran guerra será muy diferente a la forma en que peleamos en las últimas».

Por esa razón, pidió aprovechar los avances tecnológicos y una mejor integración de las operaciones militares a escala mundial para «comprender más rápido, decidir más rápido y actuar más rápido«.

«No podemos predecir el futuro», admitió Austin, que resumió así lo que necesita EE.UU. en el ámbito de la Defensa: «una combinación correcta de tecnología, conceptos operativos y capacidades, todos entretejidos de tal forma en red que sea tan creíble, tan flexible y tan formidable que hará que cualquier adversario se detenga».

«La piedra angular es la disuasión»

Al mismo tiempo, el jefe del Pentágono se hizo eco de la promesa del presidente Joe Biden de poner la diplomacia en primer lugar en la política exterior estadounidense. En este sentido, detalló que Washington continuará persuadiendo a los enemigos potenciales de que «los costos y riesgos de la agresión no concuerdan con ningún beneficio concebible».

«La piedra angular de la defensa de EE.UU. sigue siendo la disuasión, asegurar que nuestros adversarios comprendan la locura de un conflicto abierto», apuntó Austin, que no mencionó explícitamente a ningún rival.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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